DULCE ANIVERSARIO. +

El encuentro nos llevó a una aventura
inimaginable y divertida.
El ambiente era propicio para disfrutar 
sin límites la entrega, perfumes sensoriales 
activaron la memoria despertando la piel,
ella preparó el espacio, la luz de la luna 
remplazó las velas, el mar se hizo cama, 
la arena invitaba al desafío, la brisa 
acariciaba los deseos y una serenata 
de gaviotas adornó la espera.
El placer inundó los labios, las manos y la piel. 
Una danza de pasión se desató en los amantes,
susurros, gemidos y jadeos, sinfonía de sexo eran melodía.
Se estrellaron las miradas suplicando perversiones, 
un brindis, los labios sedientos, bebieron  amor,
curiosos los dedos incineraron cada poro de la piel, 
recorrieron la selva alborotada que emanaba perfume de placer,
caricias perdidas en el bosque lujurioso
sembrado de locuras, deliraron hasta el amanecer,

todo comenzó aquella noche y hoy

festejamos nuevamente el dulce aniversario

de aquel. . . Nuestro primer encuentro,

a metros de una playa escondida sin reproches.