Un lápiz, acuarela, una maqueta
y cientos de palabras que no olvide
Así comenzó nuestra relación
con algunos enojos y muchos consejos
con varios mates por medio.
Unas tardes de sábado de mural
y algunas filmaciones y fotos
y cientos de palabras que no olvide
Así comenzó nuestra relación
con algunos enojos y muchos consejos
con varios mates por medio.
Unas tardes de sábado de mural
y algunas filmaciones y fotos
que ya volaron con el tiempo,
como voló su cuerpo y quedaron
sus sabias palabras, qued tuvimos
la suerte de compartir
y en días no muy lejanos
en alguna mesa compartida,
cada primer viernes del mes.
Lo recuerdo cómo le dije
un salvador gaviota del lápiz
un profe, un amigo que dejo en mí
muchas cosas hermosas, que a veces
me encuentro repitiendo sus consejos.
Gracias, Fidel y hasta siempre,
me lo imagino dibujando nubes con
su bella mano o pintando el cielo
con acuarelas de mil colores,
contándole al mundo su vida
en los eternos pasillos
de una escuela que nos albergó
un día, para toda la vida.