que estaba durmiendo,
y ese alguien tuvo un sueño,
con más vida incluso sin despertar.
La oscuridad golpeó el rostro
y ese alguien tuvo un sueño,
con más vida incluso sin despertar.
La oscuridad golpeó el rostro
de alguien que caminaba
entre la multitud, bajo
entre la multitud, bajo
los impacientes y fuertes rayos del sol.
De repente oscureció,
De repente oscureció,
como cuando cae una barrera,
en una habitación con espacio para cada momento,
como la sala de estar de un museo de mariposas.
Aquí, sin embargo, el sol brillaba
en una habitación con espacio para cada momento,
como la sala de estar de un museo de mariposas.
Aquí, sin embargo, el sol brillaba
con tanta fuerza como antes,
los vinilos impacientes,
los vinilos impacientes,
dieron música al barrio
y todo brillo como nunca antes,
y todo brillo como nunca antes,
fue tan simple comprender
el rompecabezas de la vida,
el rompecabezas de la vida,
que en un instante,
comprendí por qué escribía,
comprendí por qué escribía,
sin saber de ustedes,
y hoy, son mis letras, arrancadas
de los cada comentario
cuando conversamos la vida.
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