ENTIERRO. *

Si me sonrío de la vida notaras

en mi seño cierta angustia, 

sentirás las espinas
que hay en todas las rosas,
comprenderás que casi 
mis flores están marchitas.
Yo pongo a los álamos de mi camino,
una doliente gracia contradictoria y llena
de la azul ironía que aprendí tarde.
Se apagaron aquellos ojos que me sonrieron
y una tarde, he visto que en mi jardín 
las pobres rosadas rosas que enterraré mañana

rieron de mí, llego la noche y partiré con ella.

LA Maestra.+

Llega a toda prisa,
como la resaca del mar
quiere entrar en su vida
como un huracán darle fuerza
para seguir adelante.
Su abrazo de aire corta su piel
como un intruso que quiere conquistar
sus rincones más secretos.
Lo siente y lo reconoce.
cierra los ojos, deja que se meta
en su corazón, tan adentro, 
que se vuelve pétrea, entonces se calma,
por fin puede respirar.
El viento azota su rostro la luz de la razón
la deslumbra como si le revelará
que juntos podrán vencer a la oscuridad
porque es inevitable torcer el destino

y el mismo los reunió en un aquelarre de letras.

Allá donde el barrio se sostiene del viento

para no caerse de la avenida de circunvalación.

CONTEMPLÁNDOTE.+

Contemplo tu rostro,
deteniéndome en tus ojos
en los bordes del desencanto,
descubriendo tu pesar,
y recorro tus misterios,
vacíos que te ahogaban
gritos que callan...
Quisiera ahora 
apresar las sombras 
que te cubren insolentes,
ser la luz que te abrazara,
y el amor que tomará tu mano

por la sinuosa cornisa de la vida,

donde juntos convertiremos

en polvo el pasado, viviendo la realidad,

PRESA. *

 El tiempo se detuvo 
 y se quedó solo sin alma,
en instantes no vividos, 
despeinando su pasar,
vacío desnudo que transita
entre las sombras de la soledad,
momentos robados 
en la silenciosa espera,
la ilusión se hace cansancio
lastimando el cuerpo sin piedad, 
mientras el reloj de la vida
marca cada segundo,
arrebatando la libertad.

MIRÁNDOTE. +

Cuando miro tu piel,
me veo como un poeta.
Y quería escribir en ella, 
el poema de amor más hermoso.
Pero al mirar tus ojos,
veo en tu retina,
los versos más preciosos 
que cualquier poeta puede escribir.
Cuando miro tus senos
me quedo sin palabras 

sin versos y me sumerjo en lo más infinito 

de tu piel hecha de poesía para penetrar

en lo más profundo de tu ser y descubrirte

como nunca nadie antes lo hizo,

para juntos caminar en libertad. 

ENCUENTRO 24 X 1. *

Cuando me acerqué a ella, 
pronto me di cuenta, 
que su cuerpo estaba hirviendo
y sus ojos brillaban, mi corazón 
latía intensamente, podía sentir
la sintonía en el aire de  nuestro mundo. 
Puedo cerrar los ojos ahora y
seguir sintiendo todas las 
sensaciones de ese día. 
No podía quitarme el dolor, 
pero quería verme sufrir un poco más, 
me ahogaba en la oscuridad, 
me emborrachaba con el olor 
angustiado que abrazó mi cuerpo
casi por completo, me volví prisionero 
de mis pecados mundanos, a su manera loca,

y cada noche vuelvo a ella en la fantasía

de volver a encontrarla una y otra vez

cada veinticuatro días una noche. 

AUSENCIA. *

Como me duele tu ausencia
es como una condena
que me hiere a cada minuto
y no me deja respirar.
Hay momentos
en que cierro los ojos
y me aferro a este amor
que es más fuerte que yo mismo.
Porque contigo nació en mí, 
el deseo de vivir,
tú llegaste a mostrarme
mil razones para ser feliz.
Te extraño, a tal grado
que solo pensar en ti le da

sentido a mis mañanas sin sol.
Cerrar los ojos y pensar en esa piel
que suelo acariciar dándole
sustento a mi soledad.
Como me duele tu ausencia,
quisiera correr al lado tuyo
para amarnos sin cesar
y no soltarte jamás.

BAILEMOS. +

Tu risa me acompaña por la ruta 
con un vestido azul de terciopelo,
cuando absorbo su espuma subo al cielo,
el mar y el sol parecen más profundos.
Me transformo en ángel porque vuelo,
sin importarme los líos de este mundo,
pues fuera de tu sonrisa, soy moribundo.
Desde mi encierro aguardo tu fragancia,
como un goloso con un caramelo,
porque no existe para mi consuelo
sin el jugo dulzón de tu sustancia.
Yo te huelo a través de la distancia,
más allá de los genes de mi abuelo,
porque soy medio iluso y a veces suelo
sentirme todo un rey frente a tu estampa.
Los amigos dicen que exagero,
yo divago, es verdad, seré sincero
y no miento si digo: quiero verte
para bailar un tango contigo entre mis  brazos

sobre la alfombra de sueños moribundos,

cruzando mares, valles y montañas

de la mano con la luna en el bolsillo

y ciento de estrellas abriéndonos camino

a la nada, pues fuiste cruel y esto no es sanata,

marchaste después del último vino,

envuelta en cobardía, desnuda a la vida

sin avisar tu horario de salida y quede

embriagado de tu cuerpo, dormido

sin saber que escaparías.

VESTIDO NEGRO. *

 Ayer me puse un vestido negro al cuerpo. 
Lo disfruté, me miré al espejo sin que surjan
esas ganas desaforadas de arrancármelo,
me miré contenta, con una media sonrisa 
casi convencida de mi conformidad. 
El negro siempre me queda bonito, pensé,
y aunque me miré varias veces 
a ver si me marcaba demasiado la pancita, 
elegí dejar pensamientos tristes y destructivos,

decidí quererme, como todos los días lo elijo,
hago el esfuerzo, al igual que miles
 y millones de mujeres lo hacen
todos los días cuando se enfrentan 
con su reflejo en algún vidrio de su barrio,
mirarse al espejo siendo mujer es, 
literalmente, una pelea constante,

pero decidí olvidar, y pensar que

nada ni nadie podrá conmigo

solo aquel que descubra mi corazón.

DÍA. +

 Siete de la mañana,
 si pudiera escribir lo que siento
 si pudiera hacer que mi alma hable,
 si me entendiera más de lo que entiendo,
 si pudiera verme desde adentro,
 si pudiera contenerme en momentos
donde hablar lo arruina todo.
Si pudiera hoy borrarme por dentro. 
Si tan solo pudiera sanarme cuando 
escribo y poner un parche a lo que siento.
Siete de la tarde,
siento pleno lo que esta mañana sentía
se voló de adentro, se fue a las nubes 
yendo al recuerdo de un pasado 
de ayer que salió escribiendo. 
Momentos intensos, la vida me mira
y mientras la juego guiñándole un ojo
renazco de nuevo a cada minuto. 
Cinco de la mañana,
hoy me propongo simplemente 
no darle importancia al pasado, 
vivir tan solo unas horas entre vos y yo 
como lo hicimos aquella tarde de domingo

en aquel banco de hormigón cuadriculado

donde intentaba decir te quiero,

pero el sol freno la iniciativa

pero tus ojos me  contestaron sin

que hicieran falta alas palabras. 

EL AMOR. *

 El amor es la única medida,
solo en él encuentras la respuesta
porque el amor es la única respuesta,
si tus actos te generan más amor
y de ese amor te rodeas y cobijas,
entonces sabrás que marchas en la dirección correcta.
Por el contrario, si tus actos te alejan del amor,
entonces reorienta tus pasos,
solo el amor salva el amor purifica,
solo el amor vence, por eso el amor es la medida
de todas las cosas y de todo, entrégate al amor
ríndete, que si te encuentra besará tus labios.