Chispas de amor tienen tus ojos,
destellos que iluminan
hasta las sombras más densas.
Chispas de sabiduría,
que encienden en cada palabra
una lección, un reflejo de vida.
Caprichosa y frágil,
sutil, tierna,
tan fuerte como el viento
y tan delicada como tus lágrimas.
Mujer de las mil noches,
de los sueños perdidos
y de los secretos que el tiempo
no se atreve a revelar.
Eres musa de mil historias
difíciles de contar,
porque en vos habita lo infinito,
lo que no se encierra en palabras.
Eres metáfora al viento,
gaviota libre,
volando entre el caos y la calma,
siempre buscando el horizonte.
Solo vos,
única, inmensa, real.
El resto son palabras vacías,
hojas secas
que el viento se llevó,
quién sabe a dónde.
Pero vos, amor,
eres la chispa que queda,
la que arde eternamente
en mi pecho.
destellos que iluminan
hasta las sombras más densas.
Chispas de sabiduría,
que encienden en cada palabra
una lección, un reflejo de vida.
Caprichosa y frágil,
sutil, tierna,
tan fuerte como el viento
y tan delicada como tus lágrimas.
Mujer de las mil noches,
de los sueños perdidos
y de los secretos que el tiempo
no se atreve a revelar.
Eres musa de mil historias
difíciles de contar,
porque en vos habita lo infinito,
lo que no se encierra en palabras.
Eres metáfora al viento,
gaviota libre,
volando entre el caos y la calma,
siempre buscando el horizonte.
Solo vos,
única, inmensa, real.
El resto son palabras vacías,
hojas secas
que el viento se llevó,
quién sabe a dónde.
Pero vos, amor,
eres la chispa que queda,
la que arde eternamente
en mi pecho.