Me fui a a ver el sol, entre blancas gaviotas,
la fría brisa sobrevolando y sentí la fina arena
que acarició mi rostro . . .

Y entre huellas de sal,recorrí la espuma de las frías aguas
que llevaban y traían tu nombre,desdibujando tu rostro,
olvidando tus falsas promesas,y ... a lo lejos
escuché la voz de la verdad que me tendió la mano,
para volver a caminar sin mentiras,a tu lado,
mujer de magia azul envuelta en prosas
de mis musas encarceladas que desde hoy,
surgen solo para vos y tu sincera verdad desde siempre
a pesar de mi ceguera pasajera, la que quitaste dialogando.