Se rinde la noche tras la humilde belleza
de la luna llena, tu cuerpo descansa
entre mis brazos y a lo lejos, un susurro
trae en el viento el ritmo del agua.

Se acerca lentamente el río, el sudeste
empuja camalotes de desperdicios,
de lejos las nubes avanzan y en minutos
cubrirán por completo la luna.
Una vez mas pasaremos
horas de incertidumbre, ya a oscuras
pero con provisiones enciendo la
primer vela, tapo tu cuerpo desnudo
y salgo a la espera,el bote comienza
a sacudirse ,los álamos gritan el viento
y una vez mas, la inundación llega,
una mas, ni la primera, ni la ultima
solo una mas ,como siempre . . .
cuando el viento se enoja
y nos trae su protesta entre las aguas.