dulzura escondida en la simpleza infinita.
Es una palabra que danza con firmeza y calma,
pronunciando auxilio que acaricia el alma.
Ella son mis lágrimas, mi risa, mi anhelo,
en el silencio donde la escucho y me vuelo.
Guarda en sus manos problemas y claves,
casillas de vida con soluciones suaves.
Es sonrisa y fuerza, refugio y valor,
guarda las palabras como un fiel fulgor.
Es el sol, la luna, las estrellas lejanas,
la lluvia que canta, el viento que emana.
Es mi musa, mi poesía, mi melodía,
pero debería ser un libro, una vida.
Páginas enteras que cuenten su ser,
relatos sin fin de su modo de querer.
Todo en sus ojos, en su voz tan sincera,
en sus consejos, su esencia entera.
Ella, única en el vasto universo,
y en la vida, mi verso más sentido.