Toda la Vida.

Seguro sabes cómo y donde

poder encontrarme alguna noche,

buscando en los paisajes infinitos

de las estrellas  o creando fantasías

hilando desparramadas letras,

de ser así, te tomaré de la mano

y ahogaremos la soledad bajo la luna,

disfrutar el sabor de tus bellos labios

y en la dulzura del veneno que 

fortuitamente, nos cruzó en la vida,

alcanzaremos los extremos

más hermosos en un profundo abrazo,

detendremos el tiempo,

unidos tocaremos el cielo

y de vez en cuando,

seremos el uno para el otro,

solamente, toda la vida. 

Volá

Vuela, deslízate en el éter de la vida,

y deja que el aroma de la existencia

 inunde tus sentidos, como el susurro 

tibio de la brisa marina que acaricia tu piel. 

Siente cómo el sol, como un amante apasionado,

tiñe de colores intensos el lienzo de tu día, 

acariciando cada centímetro de tu ser con su calor.

En este vuelo, permite que el polvo de estrellas

se adhiera a tus alas, como un vestido de gala 

que realza tu belleza, como diamantes titilando 

en la negrura del cielo. 

Las luces que estallan en tu corazón son la promesa

de un universo de posibilidades 

que aguardan ser exploradas.

Aquí, en la tierra firme, te espero entre mis tesoros: 

libros que susurran secretos y vinilos 

que entonan canciones de pasión. 

Mientras buscas la poesía que es solo para ti, 

espero a la luna, confidente, silente de mis deseos. 

Entre palabras cuidadosamente hiladas

 y versos de amor que laten con una lujuria sutil,

encontrarás la promesa de un encuentro inolvidable, 

donde la pasión nos envolverá 

como un abrazo cálido en una noche estrellada.

Única e Inolvidable.

Solamente un recuerdo, 

una imagen que persiste en la ausencia, 

como un suspiro en la brisa de las lunas de otoño. 

Los días continúan su marcha, 

como hojas llevadas por el viento. 

Quizás, con el tiempo, 

en la penumbra del olvido, 

nada quede de mí en tu memoria.

Me encariñé con un amor prohibido, 

un capítulo que ya es historia. 

Fueron mensajes clandestinos de un eterno enamorado, 

un fuego que ardía en la oscuridad de lo imposible. 

Cuán inmensa fue mi ilusión, 

días de alegría que compartimos. 

Me llené de ti, del eco de tu voz, 

de la mirada que hablaba sin palabras. 

Sabía que era un amor prohibido, 

pero cada día me enamoraba un poco más.

Las últimas fotografías te mostraron

 aún más hermosa y sencilla. 

Quedé fijamente, mirándote, 

recordando los minutos 

que marcaste en mi vida. 

Eras una fruta ajena, 

y muchas veces me lo decía a mí mismo. 

Aun así, te amé en aquel instante 

y te llevaré siempre conmigo, 

porque alguien como tú es una mujer 

única e inolvidable en mi historia.

PENSANDO.

 Es una mujer que sabe reír,
es tierna, amorosa, merece ser amada,
ser libre, ser acompañada 
es dulce y entrega el corazón,
intenta que  no sufra.
Sé feliz de haberla conocido 
no cualquiera tiene ese privilegio. 
Viene de sufrir alguna caída, 
que no te extrañe su proceder 
sí olvida como querer. 
Hacela feliz, que viva el momento, 
pero no crees expectativas 
suntuosa con gestos indebidos. 
Si se va, sigue tu vida 
solo quedará un lindo recuerdo 
lleno de ternura e inteligencia,
y como un ave que emprende su vuelo
dejará las marcas de su paso.
No quiero saber 
que sufre una caída, 
no soportaría ver  sus hombros 
desplazados o su corazón herido,
correte si no la vas a amar,
de lo contrario te haré conocer
el rigor de lastimar un diamante
antes de que una lágrima de ella,
comience a humedecer su mejilla,

porque ante todo esa mujer

antes de conocerte a vos,

es mi amiga.

RECORDANDOLA.

Si no fuera así

jamás pensaría en ella,

pero es así, y a diario

viene a mi memoria, recorriendo

los lugares más inhóspitos,

se enreda en mi cabeza y sacude

enrocándose en mi corazón,

separando la razón de mis lágrimas

uniendo mi sonrisa a los recuerdos

retorciéndose en el hemisferio

para quedarse e instalarse

como los dedos en las cuerdas, las yemas

en el viejo teclado y la inspiración

en el último cajón de los recuerdos, 

se sienta a mi lado, me abraza,

y entre las cuerdas de la imaginación

la describo, acariciando sus sueños.

Recordándola a cada nota, en cada palabra

de la musa que encarna al pensarla

una y otra vez, segundo a segundo

en la soledad de los sonidos

del silencio de la luna, cada noche

cuando juntos arreglábamos el mundo

entre mates y cigarrillos

a la luz de un viejo velador allá en Belgrano.

SIN DESPEDIDA.

Donde el viento remonta la historia

las gaviotas sobrevuelan finas arenas

y tus pasos quedaron marcados

con una huella indestructible,

tus manos, el perfume de tu rostro

la caricia de tu voz y algunas cosas 

que solo en la memoria habitaran siempre,

desde aquel día, donde todo estaba

previsto, hasta el minuto final,

el lucero, marco la hora exacta

las sombras comenzaron a alargarse

y en la luna recostada sobre la avenida

nos despedimos con el silencio de la noche,

te encerraste una vez mas en el alcohol,

ese veneno líquido que destruye tus sentidos

enredando tus palabras en un laberinto sin salida,

donde en soledad descargas las penas

como única solución, el adiós no fue mas que una excusa,

un escape , una trampa, un grito de dolor

algunas nubes espesas y la cárcel líquida,

en el mar de la soledad mas profundo sin salida.

 

VERTE SONREIR.

La sensualidad se despliega en la noche, 

como un lienzo donde los cuerpos 

se convierten en poesía. 

La pasión fluye, lenta y ardiente, 

como un río que serpentea 

en busca de su cauce. 

Tú y yo, unidos por el deseo, 

exploramos cada centímetro 

de piel con ansias incontenibles.

La luna, testigo silente de nuestro encuentro, 

vierte su luz plateada sobre nosotros, 

iluminando nuestras siluetas entrelazadas. 

Tus labios, como pétalos de rosa, 

recorren mi piel, dejando un rastro 

de fuego a su paso. 

Mis manos se pierden 

en la madeja de tu cabello, 

mientras tu cuerpo se arquea de placer.

Cada suspiro, cada gemido, 

es una melodía que componemos juntos 

en la intimidad de la noche. 

Nuestros cuerpos danzan 

al compás de la pasión, 

como dos amantes que se entregan por completo. 

La sensualidad fluye como un río incontenible, 

llevándonos hacia un éxtasis compartido.

En este abrazo ardiente, 

en esta danza de deseo, somos uno solo. 

La noche es testigo de nuestra entrega, 

de la magia que nace en la unión de dos almas 

que se buscan y se encuentran en la oscuridad. 

Cada caricia es un verso, 

cada beso es una estrofa, 

y juntos componemos la poesía del amor.

SIN DESCANSO.

Ella se desvaneció entre luciérnagas,

una figura envuelta en misterio y nostalgia. 

Cargaba consigo la angustia de los recuerdos, 

como una colección de expedientes de causas olvidadas. 

Viajaba en los colectivos de la ciudad, 

bajo el anticipado calor de un verano 

que anticipaba el ardor de sus encuentros.

La ciudad de bicisendas y sueños es su hogar, 

pero su corazón anhela el Delta, 

el río y la dulce espera. La ciudad añora su presencia, 

y su imagen se refleja en la frescura de cada mañana, 

danzando sobre las aguas tranquilas que fluyen desde el Paraná.

Ella recorre las calles sin descanso, 

sumergida en aplicaciones apresuradas, 

mientras la ciudad, exhausta, 

busca refugio en el silencio de la noche. 

Ella trabaja sin pausa hasta que el sol, 

con su tímida luz, anuncia el renacimiento del día. 

Su vida es un constante ajetreo, 

en una ciudad que nunca se detiene,

 y su espíritu, como las luciérnagas, 

sigue brillando en la oscuridad, 

iluminando los corazones que la aman.

VIEJA?

Vieja, no señora, no se le ocurra eso
usted es realmente encantadora, 
viejos son los trapos decía mi abuela,
somos sesentones, la nueva juventud
vos, sos realmente encantadora,
los hombres seguimos mirándote
y a tu paso nos damos vuelta de admiración.
No tenés la menor idea de lo que dicen tus ojos,
ahi está la vida misma y en ellos, gracias a ellos
y especialmente a vos, mis pensamientos vuelan
del Obelisco donde te veo enredada en un tango
hasta el delta donde te sueño abrazada entre mis manos
para seguir escribiéndote sin conocerte,
con solo imaginarte, verte y saber de vos
bella mujer de las seis décadas que descansas esperado 
la mejor poesia para vos, tus ojos
y tu bello cuerpo que quizás marqués cicatrices
pero nadie mejor que vos, que ustedes
para llevarlas adelante con el coraje de ser mujer, 
con arrugas en el espejo o esos grises
que comienzan a ser indiscretos entre tus cabellos,
adelante señora, adelante mujer,
nada ni nadie te detendrá y yo
te seguiré escribiendo en un bote
donde el agua me lleve, besándote siempre
para decirte como nadie, adelante.

La corriente llevará tu nombre,

los ríos sonreirán al verte pasar y envuelta

en cientos de juncos tu cuerpo

dejará luz a tu paso y sol en cada amanecer.

vieja, vieja es la mente de algunos

nunca vos, mujer.  

 

BUSCANDOTE.

En el transcurso de mis días, 

mientras el reloj avanza, 

mi mirada siempre te busca, 

anhelando tu presencia. 

Nada ni nadie en este mundo 

puede llenar el vacío que tú ocupas en mi corazón. Detrás de los frondosos bosques, 

más allá de los serenos lagos y 

las majestuosas sierras, 

sé que en algún rincón del universo,

 sigues existiendo. 

Siento tu espíritu a mi lado, 

como una caricia etérea que susurra secretos al viento, 

y tu esencia se entrelaza con la mía 

de una manera que va más allá de las palabras.

En las noches en que la luna pinta

su luz de plata en el lienzo del cielo, 

tus ojos, como dos luceros, iluminan mi camino. 

Percibo tu voz en el suave susurro del viento, 

y en mis sueños, tu nombre es una melodía 

que se repite una y otra vez. 

Aunque despierte en la realidad, 

sé que tú, mi eterna compañera, 

habitas en algún rincón del intrincado laberinto 

de los días que dan forma a nuestra existencia.

Cada día, cada hora, cada minuto, 

somos dos almas que se entrelazan 

en esta danza incesante de la vida. 

Mi amor por ti crece con cada latido 

de mi corazón, y mi deseo de encontrarte 

es un faro que guía mis pasos en esta travesía terrenal.

Cuando finalmente llegue el día 

en que la brisa de la vida me lleve, 

estoy convencido de que nos encontraremos 

en algún plano superior,

donde el tiempo y la distancia ya no serán obstáculos. 

Nuestro amor trascenderá todas las barreras, 

y allí, en ese reencuentro eterno, 

nuestros corazones latirán al unísono, 

como dos almas destinadas 

a estar juntas por toda la eternidad.

CONOCERTE.

En tus bellos ojos, descubro un misterio oculto, 
un enigma qué anhelo desvelar. 

Cada mirada tuya es como un cuadro que pinta historias en mi corazón, 

y me pregunto qué secretos guardan esas profundas ventanas a tu alma. 

Si alguna vez alguien hirió ese corazón que late en tu pecho, deseo con todo mi ser quien lo sane y lo llene de amor.
Me imagino abrazando tu alma con la ternura de mis palabras y tomándote de la mano para emprender juntos un viaje hacia nuestro destino. 

En ese camino, espero que encuentres la felicidad, 

el amor y todo lo que una mujer tan excepcional como tú merece. 

Eres única, un tesoro que brilla con luz propia, 

y en mi mundo,

no existe nadie que pueda igualarte en belleza y gracia.
En esta tierra que compartimos, 

aunque sea por un fugaz instante, 

considero un verdadero regalo haberte conocido. 

Dondequiera que el viento susurre sus secretos

y la luna ilumine tus noches, quiero que sepas 

que mi amor viaja a través del universo 

para encontrarte, y mi mayor deseo 

es acariciar tu rostro con la suave brisa de las estrellas.