de las suaves caricias,
entre palabras casi sin aliento,
nos encontramos

en el desliz acompasado
de nuestros cuerpos sudados
de gritos silenciosos,
entre sábanas de diversos colores,
que arrugamos con la pasión
de fundirnos en cada encuentro,
debajo de jugosos líquidos
de pura pasión, de amor
en cada entrega.