te busco al amanecer,
escucho tu voz
en la tierna lejanía
del pasado verano,

te describo en frases
sueltas, deshiladas
pero marcadas por ti.
En las sombras te dibujas,
melancólicamente,
entre los libros apilados
y, de cada vinilo,
sales acompañando
la loca melodía
de la oscura y larga
noche del otoño,
mujer de magia azulada,
de rincones ocupados
y cajones desordenados.
Única, solitaria, transparente,
musa de mis letras,
ángel de mis sueños:
mujer.