del murmullo de la noche,
de los vasos llenos,
las copas vacías,
las sillas ocupadas

Te vi, envuelta en la aureola
de todo por decir,
de casi todo por contar
y mucho por reír
y tal vez llorar.
Te vi, en la suave sonrisa,
en tu bella mirada
y en aquellas palabras.
Te vi, vos me viste. . .
Intrigante encuentro
ResponderEliminarSaludos
muchas gracias,por tu visita,un abrazo
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