Púrpura recova
de los besos húmedos,
elevadas mieles donde,
con mis labios,
recorro el desierto sutil,
suave y maravilloso
del placer mutuo,
recorro el desierto sutil,
suave y maravilloso
del placer mutuo,
allí, donde las palabras sobran
y los suspiros crecen,
los latidos marcan
y los suspiros crecen,
los latidos marcan
el suave compás,
tú cabalgas
la noche de la desventura,
en el sueño de rosas,
entre pétalos humedecidos;
la noche de la desventura,
en el sueño de rosas,
entre pétalos humedecidos;
la risa se confunde con lágrimas
y la cumbre nos espera juntos,
como aquel día,
de la noche que aún no llegó
y la cumbre nos espera juntos,
como aquel día,
de la noche que aún no llegó
pero juntos esperamos compartir,
después de un largo
después de un largo
sueño en soledad.









