en la soledad de mis libros,
de mis vinillos...
y tú sobre ellos.

la hoja en blanco
frente a mí
y tu rostro,
dibujado en palabras,
me persigue
en la madrugada.
Ocultarte la verdad pesa,
pero volverte a ver
es el oxígeno diario
para seguir adelante
un día más,
hasta... la charla final.