Rodamos por la cinta infinita,
la ruta desierta se estira como un suspiro,
bajo un sol que nos promete el mar,
pero antes nos regaló este tiempo secreto.
Tus dedos viajan por mi piel
como otro auto, más veloz,
saltando baches de lunares,
frenando suavemente en mi cintura,
rozando el borde del abismo
donde la respiración se corta.
Las ventanillas bajan un poco,
buscando aire, aunque adentro
arde más que afuera.
El calor sube, se pega, nos funde.
Tus labios, estación obligada,
detienen mi voz y encienden
una hoguera que ni el océano apagará.
Faltan kilómetros para el destino,
pero ya llegamos a ese lugar
donde el deseo grita y la vergüenza calla.
Con cada curva, un gemido;
con cada recta, un latido más fuerte.
Nos desarmamos en la ruta,
para volver a armarnos en la arena,
cuando el mar sea testigo tardío
de un incendio que empezó
mucho antes de verlo.
la ruta desierta se estira como un suspiro,
bajo un sol que nos promete el mar,
pero antes nos regaló este tiempo secreto.
Tus dedos viajan por mi piel
como otro auto, más veloz,
saltando baches de lunares,
frenando suavemente en mi cintura,
rozando el borde del abismo
donde la respiración se corta.
Las ventanillas bajan un poco,
buscando aire, aunque adentro
arde más que afuera.
El calor sube, se pega, nos funde.
Tus labios, estación obligada,
detienen mi voz y encienden
una hoguera que ni el océano apagará.
Faltan kilómetros para el destino,
pero ya llegamos a ese lugar
donde el deseo grita y la vergüenza calla.
Con cada curva, un gemido;
con cada recta, un latido más fuerte.
Nos desarmamos en la ruta,
para volver a armarnos en la arena,
cuando el mar sea testigo tardío
de un incendio que empezó
mucho antes de verlo.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Gracias por comentar mis letras....espero tu próxima visita....."