*EN EL RINCÓN.

Figuras en el hemisferio
de las emociones
con tu sutil presencia,
escondiendo,
con prolija timidez,
detrás del cambio repentino
de colores,
el pudor de los años
y la pícara sabiduría
de esquivar la vergüenza,
tras ese bello rostro
que acompaña la estampa
de tu locuaz presencia,
mujer de las notas musicales
entre vocales y consonantes
buscando la mejor canción,
sensual en cada noche,
donde luces con el piano
al ritmo de tus dedos
tu voz y esa fina aureola
que desapercibida en la media luz
remonta los sueños, acaricia el alma
y, entre el humo, el alcohol
y las horas esperas la mañana
para volver a vivir,
entre el sol y la luna
tus días postergados en corcheas
sin descifrar, el sufrimiento
de tus dedos sobre el teclado
mojado en lágrimas,
allá en el rincón.