Pudo más el azar que las palabras,
el vicio que la compañía,
los consejos que la desesperación,
los años fueron pasando
de noche en noche,

madrugada tras madrugada,
primera una casa, luego la otra,
un auto y la rifa del amor
hasta la eternidad,
el juego de la vida es hermoso
y participar del mismo trae beneficios,
felicidad y muchas cosas infinitamente agradables.
Una máquina te lleva a la ruina y así fue,
comenzaste un camino sin regreso pudiendo evitarlo,
ya es tarde, en vos quedan tiques,
monedas y deudas, a mí quizás,
años por delante sin corridas
para pagar deudas y tiempo para el disfrute,
que tantas veces conversamos,
pero nunca cumpliste, que seas feliz,
vos el bingo y todas las máquinas
que no te abrazaran como yo,
pero evidentemente
te hacen más feliz que mi compañía.