me has contado de tus alegrías,

noches en vela buscando la utopía,
escribiendo quién sabe para qué,
y se nos fue la noche mirándonos a los ojos
y el abrazo con las palabras,
mientras nos pasaba el otoño sin animarnos
a decir nada más, pronto volveremos
a vernos, para volver a transitar
el hilo de las emociones entre adrenalinas
cruzadas tomados de la mano.