y doblan los sueños,
respira el alma
cansada en sudor.

de dulce princesa
acuna el sueño
que trunco quedó.
Marchitas anhelos
los duendes espías,
que cuidan tu alma
de luz interior
y en la suave noche
de redonda luna
desde el cerro bajo
te gritó en color.
Eres la más bella,
mujer de colores,
entre las luciérnagas
que habitan mi hoy.