sobre la cortada,
donde el viejo bar
respira estrellas
de la madrugada
sobre el boulevard,
recuerdo tu rostro
envuelto en sonrisas,
delgada, bajita
que me haces pensar. . .

el que tal vez
nunca te cuente al oído
sin escribir más,
que era a ti
a quien cada noche,
letras tras letras,
fui escribiéndote,
sin saber más
que tu hermoso nombre
y aquellas palabras
que cruzamos apenas,
entre los amigos,
en aquel pasillo
que no olvidaré,
pequeña mujer de mis poesías,
musa envuelta en penas
de mi soledad.
Algún día el tiempo
contará la historia
y a tu oído en verso
te diré: soy yo.
Que esa musa sepa algún día que fue la inspiración de muchas bellas palabras, me gustaría ser ella por el hecho de haber inspirado versos tan hermosos.
ResponderEliminarAbrazos
Gracias JULIA,un abrazo ¡¡
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