No hay una edad
ni un único momento en la vida.
Hay una vida entera
hasta el último instante,
segundo a segundo.
En ese camino
aprendemos a vivir distinto.
El tono de voz baja,
la tolerancia crece,
ya no interrumpimos por ansiedad
ni discutimos por orgullo.
Escuchamos más
y juzgamos menos.
El placer deja de ser apuro
y se vuelve permiso.
Permiso para todo lo que antes
postergamos por falta de tiempo,
por deberes, por miedo a no llegar.
Ahora está permitido.
Porque los años se acortan,
los días son menos
y el valor del presente
se vuelve sagrado.
con los amigos,
con los hijos, con la vida
tal como es.
Y cuando todo se aquieta,
cuando el mundo baja la voz,
quedamos vos y yo.
Sin promesas grandilocuentes,
sin apuro, sin miedo.
Que termine
así como lo estamos viviendo,
con calma, con comprensión,
con amor sincero,
con las manos entrelazadas
y el tiempo, por fin, de nuestro lado.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
"Gracias por comentar mis letras....espero tu próxima visita....."