Mariposa libre de las calles soñadas,
los tiempos sin reloj y las almas que esperan
a diario tu palabra, tu consejo y el oído que escucha
para entrar en el conflicto, buscando la solución.
Mariposa, tus grandes alas sobrevuelan con tu corazón

rincones ocultos, llenos de dolor,
conflictos, penas y desamor.
Caminando de sur a norte, de oeste a este,
cargando el precio de escuchar, callando la vida que,
tal vez, por temor no te detengas a pensar.
Mariposa libre mirar en tu interior,
para que algún día en la tarde limpia,
tus hermosos ojos te dejen posar
y al mirar sin prisa, tal vez me veas pasar,
revoloteando el tiempo y a vos, lentamente,
te pueda acompañar.
Antes de que los cuentos lleguen al final
mientras yo, entre prosas, te intento abrazar,
volando las tardes de aquí para allá.