quebrando la mañana
de dulces nubes
en el cielo de mis fantasías,
y la delgada fisura

rompió la noche
de la soledad,
entre vientos
de suaves mareas
sobre mi pecho.
Deslizando los tuyos
hasta llegar
al éxtasis de la noche,
envueltos en la creación
jamas imaginada por ambos
hasta aquel primer encuentro amermelado
entre vos y yo.