de este loco Buenos Aires,
desarmado entre
corcheas sostenidas,
al ritmo tristón

en las noches de viejos bodegones,
colmados de nostalgia
pero el río se llevó tu nombre
en el recuerdo y hoy . . .
Recorrer aquellos rincones
compartidos a besos y
profundos abrazos,
son la triste melodía inconclusa,
de aquello que un día
pudo ser y por magia,
se esfumó con la luna
en la última madrugada,
cuando el sol estalló
entre las estrellas y vos,
partiste con él sin despedida.