de largo debate,
vos con la pluma filosa
de las palabras certeras
y los duros consejos,
yo... tratando de comprender
el vacío que llena

tras lentas palabras
y cómplices sonrisas
que juntos compartimos.
Vos... esquivando el hilo delgado
del eterno compromiso,
pero fiel a tus principios,
sin dejar grieta abierta
para el doble sentido,
ni la pícara oculta
y escondida intención.
Y pasó el tiempo,
ambos sabemos del otro
más de lo que suponemos
y, entre viejas, y nuevas estrofas,
nos comunicamos,
ya sin escribirnos.