sábado, 20 de agosto de 2022

CAMINANDO.

El invierno se funde en tu piel,
tus ojos brillan, el largo de tu cabello
enmarca tu bello rostro, tu sonrisa
alegra la tarde de un sábado más 
y a distancia sin conocernos
te escribo en el silencio a media luz,
tu colgante expresa sensualmente
tu mirada, como esa gorra que
te identifica al caer la noche
discutiendo estrellas y luna
a ver cuál y como salen primero
para alumbrar tu andar, allá
cerca del río donde más
de una vez
te busco sin resultado, para abrazarte
en la soledad del tiempo sin relojes.

viernes, 19 de agosto de 2022

LOCAS PALABRAS DE SABADO.

Saber de vos, desde aquella  noche
donde juntos recorrimos la costa del río,
la avenida se vació y en menos de lo pensado
llegamos al centro, las luces nos guiñaron

el paso y todo fue una fiesta, 
tu decir fue parejo y contundente,
luego un  café y el recordarte día a día, 
saber todo de vos
desde tus uñas, hasta tus entrañas,
desde el río hasta el Obelisco.
Luego la horrible despedida,
y la espera entre palabras 
que a diario te buscan 
como un tango más, 
que gira a metros descubriéndote
sin importancia en el viejo laberinto
de la vida, que nos cruza en silencio. 
Mañana cuando salga el sol, 
volverás a brillar y en el banco de una plaza,
tu nombre brillará como única entre miles, 
sin diálogo y lejos de mis locas palabras
por enhebrar en poesías solo para vos,
en medio de la soledad de un campo
donde a la luna le cuento mis secretos.

MUJER DEL DELTA.

 Se esconde la noche sobre el Delta,
la visibilidad se pierde paso a paso,
los sauces coronan el río y a lo lejos
el sonido de tu voz parece llamarme.
Oscurece, la magia se pierde con 
el sonido del viejo motor, en minuto
llegaré, volveré a verte después de
este largo y pesado día, en tus brazos
el abrazo, en tus labios, los besos
y en el muelle tu cuerpo, no es magia,
sos vos, la mujer del Delta, la compañera 
de cada noche, de cada día, 
que me espera en silencio, que me piensa
y que la recuerdo minuto a minuto

hasta volver a verla a diario, 
simplemente, la vida.   

jueves, 18 de agosto de 2022

EL ULTIMO TREN.

Se fue el sol, pero queda tu perfume
girando en mi alrededor, un día más
la bella armonía de sentir tus abrazos,
quedo instalada en mi cuerpo, 
El crudo invierno se apodera de la noche
regresan las palomas al campanario
y en la plaza del pueblo, el silencio
se adueña de las calles,  suenas las campanas
y paso a paso, la capilla comienza 
a dar la última misa del día,
el último tren susurra a despedida
y en cada baldosa las veredas te nombran,
una y otra vez esperando el regreso,
que nunca llegara, pues el secreto
de tu partida quedo en mi,
en el último café que juntos
compartimos antes del adiós
a la ciudad, que promete todo
y te despoja de tu identidad
con un número más entre la multitud.

miércoles, 17 de agosto de 2022

DESPEDIDA.

 Rubia como azúcar sin refinar,
dulce caramelo de la noche
en medio de un Buenos Aires salvaje,
tientas la avenida y caminas apurada
moviendo tu fina cintura,
los altos tacos parecen incorporados
a tus delgadas piernas, tu cadera
se mueve provocativamente,
tus ojos lagrimean la madrugada
y en fa menor sostienes la vida,
de lejos el sol comienza su ruta
y vos, caes dormida sobre la vieja
cama del hotel compartido,
el viento sopla en la suave brisa
del verano, decides la partida
y a escasos metros el dealer,
traiciona un comprador y 
escapas con él, el Obelisco 
te guiña el ojo camino al bajo
y en el primer crucero escapan,
como polizontes sin despedida. 





TROTANDO.

 A la puerta del sol,
sobre la suave arena
con el fondo de los acantilados,
te encontré, corrías el amanecer
totalmente concentrada
en la música acompasada de olas.
Como olvidar aquella mañana,
sería imposible, tu gorra de larga visera
y ese cabello rubio que se confundía con el sol
trotaba a tu ritmo,  verte pasar
parecía un sueño, me viste
y reduciendo la velocidad, te sentaste
a descansar y menos de lo imaginado
supe tu nombre, vos el mío
y dias después te fuiste, nunca más supe 
absolutamente nada de vos,
pero el color de tus ojos los llevo en mi
y al pensarte todavía siento el perfume
de tu cuerpo en el mío,

martes, 16 de agosto de 2022

A ESCONDIDAS.

Por la vereda del sol
donde solo me sigue mi sombra,
te encontré dibujada en la pared,
tu rostro alegre, tu cabello
y ese tono simpático de tu voz, 
me trajeron recuerdos intactos del día
que gire y te encontré, frente a frente.
Pensé que era un sueño,
pero me nombraste, y al abrasarme
sentí la vida, por largo segundos
supe que nadie nos separaría
pero fue una dulce metáfora que
soñé despierto, solo por buscarte
una y otra vez en mis recuerdos;
pues ya no sé dónde, ni como estarás.
Aunque te escriba a diario 
recordando aquella tarde, 
que según comentan  
te fuiste sin despedida, en el tren
de la 14: 40,  aquella tarde que llovía
y vos pasaste caminando apurada,
escondida bajo un paraguas
a metros de la estación.

lunes, 15 de agosto de 2022

PARTIDA.

 Te escapas como agua entre mis manos
debajo de la canilla de las caricias,
corres más rápido que el tiempo
buscando el nacimiento del arcoíris
y vuelves pasada la media noche
envuelta en tango sobre mi cuaderno
de anotaciones en dulces poesías,
simplemente, así sos vos, en mis días
que transcurren a distancia pensándote
lo más cerca posible, recordando
tu cabello, que esconde tu pecho
encuadrado sin perspectiva en una madrugada
de mucho viento, donde mis dedos
se cruzaron para soñarte desde
esa fría noche, donde tus labios
encendieron la noche y el sol del verano
retardo la despedida, cuando corriendo
con tus zapatos en la mano, sin aviso,
anunciaste con un beso la partida. 

domingo, 14 de agosto de 2022

RUBIA.

El brillo de su rubio cabello
se deslizó por mis dedos en
milisegundos, acompañar su
respiración fue una canción suave,
como cuando Elvis se ponía romántico
y estallaba en gritos el público femenino.
Su sonrisa dijo todo, 
en menos de lo pensado llego el abrazo 
lleno de poesías sin hilar, y antes
de la llegada del amanecer,
nos despedimos sin tiempo
porque ni ella ni yo,
estamos atados a dos agujas,
si no, a vivir la vida minuto a minuto,
sin importar el tiempo, ni el final
de cada encuentro,
donde nos abrazamos sin prisa ni pudor,
conversando la vida, remontando el sol
y acunando la luna abrazados.


 

ENAMORATE.

 Enamórate de la persona
que disfrute con vos las cosas simples,
conozca algunos de tus gustos,
el mate a orillas de un río en el delta,
o el aroma del café, que se emocione
simplemente con  las palabras
de alguna poesía anónima
o una suave canción de Serrat.
Enamórate de alguien que ame
tu suave sonrisa e intenté

secar tus lágrimas ante la emoción
de saberte cerca y contar contigo. 
Enamorate sin importarte su cuerpo
pero sí del perfume de su cabello
cuando quede en tu cuerpo descanse
y ahi, entre almohadas te piense 
y te lo haga saber al amanecer,
enamorate sin tiempo, sin días ni horas,
comenzá a descubrir instantes, de esa forma
todo será mejor, natural y sencillo.
Animate no importa cuanto tiempo,
unos días, un año o para toda la vida,
sin prisa, ni final proyectado,
pero haceme caso, enamorate,
cambiará tu sonrisa, el peso del día se aliviará
y cuando llegue un mensaje de buen día, 
u otro preguntando cómo estás,
cambiaría tu rostro y sonreirás.
Enamorate, tus amigos lo notarán en tu rostro,
iras a trabajar con otra actitud y
al salir de tu hogar, el buen día del vecino
será el primer regalo del día.
Enamorate, esta vida es corta, no te des el lujo
de perderte la sensación de estar entre sus brazos,
de sentirte contenida y sonreír porque si,
de tristeza o alegría, todo
es maravillosamente mejor de a dos.
Enamorate y nunca pongas la edad como límite
ese verso dejáselo a los pesimistas, sonreí,
enamorate, en tus ojos encontraré la respuesta,
de no encontrarla, sabré que nada de lo que dices
es realmente como lo piensas, pues solo los valientes
rompen la barrera del  tiempo, ya que
consideran la palabra y la mirada
la única arma de entendimiento.


sábado, 13 de agosto de 2022

DESPERTANDO.

 La magia se encadena 
minuto a minuto, la salida del sol
el celeste del cielo, el reflejo
lento que entra por el viejo ventanal
y tu cuerpo en descanso que de a poco
se inclina desperezándose lentamente,
te abrazo en el buen día cotidiano
me abrazas y se rompe el silencio,
el suspiro profundo, él hola acariciando 
mi oído lentamente como un dulce susurro
y comienza el día, celebrando
el momento con el negro café
que en segundos inunda la casa de aroma,
junto al de tu cuerpo, que escapa de
la ducha mirando de reojo el reloj de pared,
celebramos un día más, a metros
del bosque, donde como cenicienta
habitas la vida sin conflictos, sonriendo
una y otra vez, en la bella mañana.
            

Entre Vos y Yo. +

El brillo de tus ojos, el color de tu cabello y la sensualidad que despliegas en cada palabra de enojo, solo está en vos, en las canas que e...