sábado, 8 de abril de 2017

*MALANDRA.

La musa se hizo canción
y la música recuerdo,
entre viejos acordes
de la viola desafinada
en el rincón del ropero,
que salió hoy de paseo
para cantarte en estrofas,
el amor de aquellas
tardes de domingo,
en algún rincón
del loco Buenos Aires,
donde cada mate
traía una caricia,
y cada caricia una confesión,
por la que pasó el amor
pifiando un revés profundo,
trampas, llantos y sanata
al compás de una serenata
que en el olvido quedó,
cuando jugaste de a dos
perdiendo así la partida,
solo se juega en la vida
por azar y sin heridas,
jugar con el corazón,
es de malandra cautiva.

*ÉTER NOCTURNO.

Debajo de la mullida manta
donde, noche a noche,
descansas a solas
algunos perdidos sueños rotos,

conversas en la soledad,
pensando y meditando
la vida en sueños,
mientras yo, de lejos,
acompaño el sueño
en musas perdidas
que viajan solo para vos
en el éter de la vida
entre corazones solitarios
y sueños por realizar.

*AMNESIA.

Llegará cansada la noche,
acunada por la luna
y las estrellas,
entre la suave bruma
inundará las calles
y Buenos Aires
cambiará el ritmo
al compás de los semáforos,
Corrientes intentará dormir,
y el Obelisco descansar
pero...
yo seguiré buscándote
en cada barrio,
mujer del rock perdido,
entre cuerdas
y sonidos de fuelles,
porque sé que existes
y en alguna esquina
bailaremos el tango
que todavía no puedo
terminar de escribir
pues las musas
quitaron de mí,
la memoria de cientos
de poesías que te nombraban
y hoy solo te busco
en la amnesia
de los recuerdos perdidos
entre puntos comas,
vocales y consonantes
sin hilar.

*SUSURRANDO LA NOCHE.

En la cumbre nevada
donde el sol acaricia
la nieve y el viento
derrama en lágrimas
su audaz y ruidoso paso,
allí escribiré tu nombre
con piedras volcánicas,
solo ahí . . .
los pocos visitantes
sabrán de mi amor,
mujer de las veinticuatro
noches envuelta en mis brazos,
a orillas del caudaloso río,
entre las bellezas de la tierra,
y serás el secreto
cómplice de pocos
como el placer divino
de escuchar
el viento en las alturas
como el de tu voz,
susurrando la noche
entre mis brazos.

*EN VOS.

Está en tus ojos,
y palpita en tu accionar
dulce mariposa
de la bella mañana;
está en tus manos
y suena en el decir
de tus bellos actos,
está simplemente en vos,
en todo tu cuerpo y alma,
el amor, la comprensión
y en medio de todo,
la sombras
del pasado más feliz
que recuerdan de mí
lo que fui contigo,
antes de perderme...
para siempre.

*GORRA.

El fuelle llora en la noche,
la esquina que lo parió,
al dos por cuatro solfeado
del gastado buzón carmín,
mientras estrellas sedientas
de una luna en re bemol
sobre Corrientes al río,
cantan la mejor canción
de aquella muerte anunciada
entre Obelisco y zaguán,
de un tango más por las noches,
mientras todo Buenos Aires
recuerda su clara voz,
anunciando con la vida,
el canto, literatura, libros,
Borges . . .
y el éter que lo llevó
a pasear por otros cielos,
con la gorra y su figura,
esbelta de tango y versos
entre luces y poemas
que susurran hoy por él,
mientras se queja un micrófono
y el último tango,
brinda en la nube de las palabras.

* EN VOS.

Como eternos cascabeles
tu voz retumba en mis oídos
cada vez que te pienso.
Y pongo en práctica a diario,
tus consejos, sin pensarlo,
pues . . .
de vos aprendí
a poner en marcha
todo lo planificado,
y a romper los viejos esquemas
que, muchos, jamás entenderán
Pero que solo vos y yo
comprenderemos siempre.


*BROTAS .

Brotas entres finas rajaduras
de suave y blanco algodón
sin refinar,
mujer de las curva perfectas
y los sueños doblados,
en el viejo cajón.
Brotas desde las manchas amarillas
de vieja humedad,
desdibujando historias
de la vieja pared,
y estallas
entre palabras huecas,
sobre corazones rotos.
Brotas, emerges
y desvaneciendo ilusiones
caminas a ciegas
por el viejo barrio,
donde bailas la noche,
en la oscura esquina.
Donde solo los autos de paso,
saben de vos,
en la soledad
de un cuarto vacío,
donde desnuda
intentas sobrevivir.

*NAESQUI.

Latiendo buenos aires
entre luces de led
metrobus y tango,
te transito descalzando
la noche, buscando el día
y recorriendo rincones
en busca del aroma de tu piel,
pues detrás de la ochava
indiscreta del barrio,
te encuentras
evocando el tango
que, entre rock y poesías,
te nombra en mis letras
para re encontrarnos
en algún amanecer.

*NOSOTROS.

En silencio, sin prisa,
los músculos despiertan
estímulos diarios
y, en la suave penumbra,
tu cuerpo se desliza rojizo
y transpirando el amor
entre mis brazos,
mientras juntos,
seguimos el transcurrir
de cada noche,
desempolvando el pasado,
para intentar a distancia
vivir el presente,
solo con letras y escritos
que nos unen en el éter;
de la incomunicación diaria,
que inunda el cosmos
del que somos partícipes,
pero con mundos
e ideales propios
en pos de nuestros sentidos,
y el amor,
con los mismos principios.

*CANCIÓN DE LLUVIA.

Mientras caminas
solitaria por las calles
y los plátanos
te empujan un estornudo,
las baldosas salpican tus borcegos
y la tarde te dibuja en soledad.
Tus pasos silencian las veredas,
tu cabello se pega en tu rostro,
y, a lo lejos,
se escucha la canción,
entre fuelles y rezongos, la milonga.
Anuncian por tu rostro
la canción.
Anochece, ya oscurece en Buenos Aires,
y por tu mejilla llueve... la mejor canción
.

Entre Vos y Yo. +

El brillo de tus ojos, el color de tu cabello y la sensualidad que despliegas en cada palabra de enojo, solo está en vos, en las canas que e...