martes, 8 de noviembre de 2022

ALGUN DÍA.

Algún día te escribiré un poesia que no
mencione el aire ni la noche;
que descarte el color de las flores,
que no tenga brillo ni perfume.
Algún día te escribiré un poesia sin comas,
sin espacios, que no hable del delta y sus misterios,
y que no describa las estrellas.
Algún día te escribiré un poesia que se limite
a pasar los dedos por todo tu cuerpo
y que transforme tus ojos en poesías,
sin comparaciones, sin metáforas,
algún día escribiré una poesia que tenga
el perfume de tu cuerpo
y el ritmo de tus pulsaciones,
con la intensidad más fuerte de un abrazo. 
Algún día escribiré un poesia
solo con tu nombre y será la última vez
que ponga en palabras mi corazón.
Pero ese día, todos sabrán de quién hablo
cuando en silencio te nombro parabólicamente
desde aquella noche, cuando a solas
caminabas por la calle sin encontramos.
 

LA UNICA.

 De hierro, de algodón
de agua o de fuego,
de lata, maquilladas
o con la cara lavada,
de cabello largo o corto,
rubias, morenas, pelirrojas,
bajas, altas, delgadas
o gorditas, siempre ellas
haciendose cargo, llorando a solas
o gritando en el medio de la mañana,
solitarias en medio de la noche 
cuidando, volando en busca
de soluciones, cocinando,
respetando espacios,
cediendo parte de los mismos,
solitarias masticando bronca
esperando el abrazo, el beso
el hijo y mirando correr la hora.
Solo ellas, las mujeres
y entre todas ella, la única,
la capaz de todo, sola,
la incondicional, 
no importa si es baja, alta
rellenta, delgada, si tiene 
mucho o poco busto,
poca o mucha cadera,
si vive lejos, si vive cerca,
si es doctora, ingeniera,
o ama de su nido, donde
cuida de los suyos,
es simplemente ella, 
que no tiene nombre ni edad.
Es ella, una Mujer entre todas,
la única que pudo tocar mi alma
cuando yo ya sabia de ella,
antes de conocerla, pero un día
la atrapo, la tecnología y el temor
pudo mas que una mesa de café,
hoy es la novia virtual,
la amiga virtual
de una vida virtual, lo que le pasa a mucho
y se pierden la vida a la luz  de las estrellas
que nos guían siempre, antes
de que un celular fuera mas importante
que sentarnos a conversar frene a frente
a la luz de la luna sobre el río descasando. 


LA DOC.

 Llego la noche, los vínculos

quedaron arrumbados

sobre un montón de libros

desprolijamente apoyados

sobre el escritorio, el monitor

se apagó pasados los minutos

programados hace ya mucho tiempo

y en la punta, donde la madera

tiene las huellas de un endulzado café,

quedó el pocillo con el color de tus labios

haciéndole compañía a la tenue luz de la luna

que pasa sin ningún permiso por la ventana.

La memoria traiciona sueños, nos lleva

a lugares donde nunca hubiésemos ido,

parece una falsa metáfora de viejos pensadores

hacernos recordar momentos feos, tristes

y casi inmediatamente más de una vez

soltar alguna lágrima deprimida sobre

la mejilla, una opresión en el pecho

un volver a vivir de recuerdos insostenibles.

Ella lo sabe, su inteligencia supera los

parámetros normales, su corazón

es más inmenso que su altura

y entre almohadas, raquetea la vida

como eximia tenista, tradición de familia

momentos irrepetibles que nunca olvidara.

Se cobija en posición fetal, respira profundamente

y duerme, el cansancio del día

le gana al pensamiento, hasta el primer

reflejo del amanecer donde recarga la vida

y sale al mundo en la soledad de un día más,

donde a veces, me recuerda, por algo conversado

son una sutil sonrisa, que me trae el viento en poesía.



lunes, 7 de noviembre de 2022

CAFÉ.


 La noche se escondió
sobre los viejos edificios, 
el reflejo del día comenzo
a brillar en tus ojos cargados
de situaciones incómodas,
nada ni nadie, merece tu insomnio;
nada puede dejarte sin descanso,
nadie puede quitarte la posibilidad
de soñar, dormida o despierta
la vida es una sola, las postergaciones
solo quitan el aire, el apetito
la concentración y hasta la felicidad
sin darme cuenta sobre aquella mesa 
donde por primera vez
te conté personalmente quien era
como pensaba y que buscaba en la vida 
mientras vos saboreabas un café
que, seguramente no recordás ni él aroma
porque estabas nerviosamente incómoda,
señalaste con tu mano el centro de tu pecho
y contando una opresión que sentiste 
más de una vez, esa noche volvió, 
donde nada fue sorpresa para ambos 
y todo fue movilizador, 
desde el molesto zapato
hasta el aire fresco que nos inundó
minutos antes de la despedida
dos minutos antes de terminar el día.
Sígame, lo saco hasta la ruta,
me dijo una señorita desde su auto,
yo voy para allá, suba el vidrio, es peligroso.
Antes de cruzar el túnel bajo nivel
mi pecho estalló, recuerdo el día,
la fecha del mes, la hora
y ese zumbido triste que deja un vacío
difícil de llenar y preguntó el porqué,
pero sé la respuesta, buscando sin encontrar,
buscando sin querer, nos encontramos,
ya nada será igual desde aquella noche
donde la magia, hizo que fuera única
como siempre supuse que sería 
la mujer más linda del mundo,
sin saber que estaba tan cerca,
y que no la olvidaré nunca más
por entre mariposas de bellos colores
encontrar una, del color del alma
solo se encuentra una sola vez en la vida.  


ALMAS.

Sin conocerla
me toco el alma, le toqué el alma,
sintió el compromiso de mirarme,
sentí la obligación de verla, 
de mirar que había detrás
de esos ojos color del tiempo,
aquella noche, donde algunas avenidas
se transforman en peatonales
y la luna juega al truco
con sus bellos ojos, echándole
la falta para correrla con la parada,
porque no soporta contrincante
en tanta belleza, ese día
como quien no quiere
como quien no debe,
cuando la ruta se convierte
en el pañuelo de la noche.
La banquina es la única posibilidad,
me senté sobre el pasto mojado,
tome mi rostro entre mis manos
y grite tan fuerte como nunca 
lo había ni siquiera intentado,
llore hasta que comenzó a cortarme
levemente la respiración.
Metros más adelante paro un patrullero,
pregunto si estaba bien, me incorpore,
se acercó, le pedí disculpas,
palmeo mi espalda y 
me acompañó al auto, para que
lo sacará de ahí, indicándome donde
podía parar, minutos más tarde,
estacione unos metros más adelante, baje y hablamos,
le conté, que había tocado un alma
y que me había tocado a mí,
sintiendo una sensación única,
del auto bajo una conductora;
mujer policía, me preguntó lo mismo,
le conté y sonriendo, con un gesto
de comprensión, hasta materno, 
mientras intentaba contarle de quien hablaba,
me miro a los ojos, con sus manos en mi cara
como sosteniéndome dijo,
sí te toco el alma, si sentiste  
que tocaste la de ella, anda tranquilo
nunca te olvidarás de esa mujer, 
quizás, aunque lo niegue
nunca se olvidará de vos,
ahora no llores, reí, ándate despacio
porque si es como decís,
este día fue una fiesta y debes
recordarlo siempre así.



domingo, 6 de noviembre de 2022

SEGURO, SOS VOS.

Estaba seguro, seguro 
seguro como de mi nombre,
seguro de mi apellido.
Estaba seguro, como  de mi profesión
que al margen de algunas dificultades,
la iba a amar como la ame desde que la conocí.
Estaba seguro de mis hijos
desde aquel día que supe que llegarían,
estaba seguro de la música que siempre,
ante cualquier circunstancia me acompaño.
Estaba seguro de mis poesías,
de  no importarme a donde ni a quien
llegarían más allá de  mi escritorio
el día menos pensado y a la hora
donde la luna se besa con el sol
alguien más que yo las leería.
Estaba seguro de arriesgar la vida,
en aquella noche larga de los años
oscuros de mi país, donde día a día
nos jugábamos la vida en una ruleta rusa,
sin saber si volveríamos a nuestras casas.
Estaba seguro de que llegaría el día
que después de tanta oscuridad
veríamos la luz de todos los argentinos,
aunque a muchos los fuimos despidiendo
en el largo y oscuro camino.
Estaba seguro de que en algún lugar
sin importarme donde, ni como,
sin conocer la distancia, ni su nombre,
sin saber el color de su piel,ni su idioma,
sin siquiera imaginar tu tono de voz,
ni el color de sus ojos ni de su cabello, 
ella existía y sin querer, por obra y gracias
de vaya a saber cómo o quien,
nos cruzó en el camino de la vida,
y aquella noche, en aquel box ,
donde se hundía el asiento rojo 
pegado al gran ventanal vidriado,
donde no pude mirar hacia él afuera,
me detuve en sus ojos, en su rostro,
en su sonrisa, en su cabello,
en sus pendientes y sus manos,
manos que acaricie 
temblorosamente,  mientras
un pocillo de café y una gaseosa
nos acompañaron durante horas.
Estaba seguro de que una mujer existía
tal cual sos vos, la que nunca 
olvidaré de por vida, a pesar
de que entre ambos, no exista
nada más y nada menos que 
una linda y eterna amistad,
por que descubrí en sus ojos
como vos en los míos,
que nos pasa sin  siquiera conversarlo.
Pero estaba seguro de que existías 
y ya no buscaré nunca más,
por que estoy seguro de que sos vos
y a pesar de una larga búsqueda
aquella noche te encontré, ya nada
ni nadie podrá negarme la existencia
de lo que siempre busque y aquella
noche  con solo mirarte, escucharte , 
leerte tu rostro y movilizar la luna,
supe que no fue en vano,
buscar lo que siempre imagine
que exista, pero no sabía dónde.
Anoche volví, sin buscarte
y tu presencia estaba ahi,
aunque nunca más, 
volvamos a vernos  respetando
las consensuadas decisiones,
pero estoy seguro, como lo dije siempre
no es una fábula o la imaginación
de mis locas poesia, estoy seguro
esa mujer existe seguro
y sos vos.


LA DOCENTE

 A la izquierda, ella, sola frente al pizarrón, a la derecha ellos, jóvenes preguntándose qué dirá. El buen día rompió el silencio de la mañana, unas suaves voces murmuraban en el fondo,ella comenzo la clase, el proyector, la antigua tiza quedo relegada, el  fibron comenzo a correr sobre el blanco de la nueva pizarra, su voz no era la mejor, eso lo piensa ella, mientras preguntaba si habían entendido,sonriendo como solo ella lo hace con algo de nervios, que no puede dejar en la cartera cada vez que se presenta. Profe ¡¡¡gritó del fondo una joven! Lo puede repetir, ella sonrió, lo miro a los ojos a distancia, y repito sin problemas.
Sus manos tenían una leve sudoración,que con el correr de los minutos se fueron secando, hasta tener una temperatura normal, la  semilla que presento se abrió de golpe, dentro de ella, cada componente, 
tenía su propia historia, y cada historia un capítulo aparte, como ella que al abrirla, se divide en varias, ella en la casa cocinando para él,ella en el auto haciendo las compras, mirando la hora por que ya debería llegar él, o tirada en la cama llena de papeles a su alrededor, la comisión asesora la facultad, la nueva investigación, y sigo abriendo la semilla, siempre hay algo más,aquel que no supo comprender su vocación, otro que soporto llorando a solas, y todo por él, es su vida, respira por él, hasta no duerme por él, es su hijo, su semilla, su mejor germinación,el mayor cuidado, la mayor protección.
Sol, sombra ,agua, vitaminas , besos, amor como mejor fertilizante y cierta culpa,alguna vez, la vio mal, paso un mal momento, por eso hoy, son ella  y él ,su hijo y nada ni  nadie interrumpe ese vínculo por más años que pasen, esa semilla crece día a día, tal vez el viento la lleve a germinar a otro lado, pero siempre estará ella, como madre sin igual, como mujer sin igual. 
Ella es otra semilla, de la vida,de la educación, de la responsabilidad, de la palabra, del buen trato y de una sonrisa que cumple dos funciones, ríe y habla, su sonrisa, habla por ella, como su rostro, está feliz, está triste, está impaciente, está nerviosa, en sus gestos están los síntomas,de una semilla de diamante en bruto, único e irrepetible; que no solo hay que mirarla ,sino que el secreto de tanta belleza hay que descubrirlo,capa por capa, no es fácil, no se parte como en la facultad las semillas,es dura como un metal, pero debajo está el secreto, adentro, simplemente se asombrarán, pues nunca encontrarán maravillosamente nada igual. 
Ojo, no la lastimen, no se abusen ni intenten lastimarla, no se les ocurra nada grosero ni vulgar, por que ella me tiene a mí, su amigo, quizás compinche,quizás el loco de las poesia,  o el único que encontró una aguja en un pajar,o el grano arroz que se perdió en la arena de la playa llena de gente en pleno enero y lo encontró.
Por esas cosas insólitas de la vida,nos encontramos el día menos pensado a la hora donde las agujas del viejo reloj se cruzan para dar las doce campanadas. Ella es la única mujer que esconde mi secreto, no intenten sobornarla para saber que es, por que entre los dos,nadie romperá el vínculo, que nos unió aquel día de junio, donde el frío partía la noche  y entre mensajes,con el correr del tiempo, nos contamos cosas, siempre están bajo llave, así es mi amiga, así es la persona más linda del mundo,la más transparente, la que habita  en una caja de cristal, su casa. Es feliz cortando metro a metro el pasto rebelde de su campito,la que no se pierde el doble en tenis con sus amigas cada sábado por la tarde y ejercita en la plaza su cuerpo elongando para descargar las broncas de la vida, así de simple, un día se asustó de mis poesia para ella,hasta que comprendió, que soy así, y todo lo que digo o escribo es por que lo pienso, jamás lo haría, ha pedido como me han propuesto,las cosas, si no pasan por el corazón antes de llegar a la cabeza, no sirven, y ella lo sabe, en el fondo,es una romántica empedernida que por temor encubre, muchas cosas que,por todo lo malo que en la vida le toco caminar la lastimaron, gente que tal vez nunca debería haber cruzado, pero, la vida siempre da una oportunidad más y tal vez la encuentre, como yo la encontré a ella, y ella a mí,en el lugar menos pensado,a la hora menos pensada, de un rutinario día,que ya olvidamos entre sonrisas, poesia y algunos cafés, por que como dijo el filósofo Herbert, soy realista y quiero lo imposible, por lo tanto, caminaré junto a ella en el lugar que me ubique hasta mi último suspiro, de lo contrario sería un cobarde, perderme la oportunidad que me dio la vida al conocer tan maravillosamente mujer, amiga compinche y confidente, la vida nos golpea de varias maneras,sopapos que noquean y caricias que nos dan sorpresas bellas e inesperadas, ella es así, ni más ni menos que una sorpresa echa mujer con todas las letras en mayúsculas y que por suerte, entre palabras y abrazos virtuales, en pocas horas, nos veremos cara a cara, como hacen los amigos de ley, los compinches y todos aquellos que buscamos en la vida un doble, para sentirnos acompañados en el duro transitar día,a día, la vida, en un mundo individualista, pero con ganas de salir adelante disfrutando la vida sin molestar al prójimo, si no, haciéndolo parte de nuestras vidas.
 







,

jueves, 3 de noviembre de 2022

CON ELLA.


Un día, cuando todo
estaba casi resuelto, nada ni nadie
podía moverlo de la última decisión,todo estaba consensuado,le faltaba solamente sentir el perfume de su cuerpo, aunque lo intuía a distancia, mirarla a los ojos y tal vez dar una vuelta a la vieja manzana del centro cívico antes de despedirse, pero quedaba una última decisión, que ya  no dependía de sus palabras, ni de sus acciones y no estaba en ninguno de sus proyectos.

El tablero estaba vacío, el viejo calco color celeste,que corto con el hilo de nylon lo cubrió por completo, dejando el espacio justo para probar el lápiz,los grafitos y esa goma gigante que borra algunos errores ortográficos convertidos en líneas que suben y  bajan,


a veces paralelas y algunas perpendiculares.

Cuando comenzo el bosquejo a mano alzada, todo parecía llevarlo a buen puerto,un amigo vio el argumento y  solo dijo mordiéndose parte del labio inferior, las distancias no existen, las barreras son inventos de nuestra conciencia, los límites son invento del hombre y el verdugo de la  madrugada le recordó que la última vez que divagaron horas, en el viejo café de la vieja esquina sin ochava, que alguna vez parafraseando un fiscal dijo, nunca más, todo es etéreamente como la onda que llegá noche a noche, la radio debajo de la almohada con magia, la vida gira, escucha, ve y hasta siente, el corazón explotá,la belleza queda escondida en viejos prejuicios, pero un día girando la noche, caen,  lágrimas comenzando a recorrer su rostro,el pañuelo mostró la primera evidencia, el frío envuelto en ellas transito su mejilla, supo sin verlo, que la emoción se transformó recorriendo su rostro a la misma distancia, y ahora, en la soledad de una madrugada la recuerda, reconociéndola,buscando la felicidad sin lastimarse, contando en poesia su corazón cerrado con los candados del tiempo y encontrándose en letras de un fa sostenido mientras intenta conciliar el sueño a distancia, ya que el cansancio puede más que la razón.

Los días aturden, la noche en la almohada y el paréntesis de la luna entre corcheas le escribió una vez más, admirando su integridad de única sobre el sol que comienza a romper la noche, anunciando el día como una fiesta entre versos, desde sus bellos y prohibidos labios acaramelados, hasta sus manos, llenas de vida sin anillos, con solo una pulsera que va y viene entre el codo y la muñeca y dos pendientes circulares que coronan su rostro,así de simple y compleja, así de tierna mujer, la describe, la presenta y en poesías a distancia le cuenta su cariño incondicional,sabiendo que alguna vez, por esas vueltas que da la vida en esta tierra pensó, lo mismo y se encerró hasta que una noche, una hora antes del nuevo día le tomo el hombro con su mano y salieron a caminar por la vereda de la vida, donde la luna no descansa y los ilumina, viéndolos caminar juntos, hasta perderlos de vista en el horizonte, allá donde las calles no duermen y el silencio corona estrellas de diversos colores festejando una amistad que nació simplemente de la confianza mutua entre dos personas, que tenían en común la visión de la vida, que por algunas razones del progreso, se fueron modificando, pero, algunos como ellos las siguen conservando, entre ellas ,la palabra, cosa muy simple de decir, pero no de mantener, por eso, se despidieron al caer sabiendo que nunca mas, volverían a verse debajo de aquellos árboles frondosos que cubrían de sombra la vieja vereda.








martes, 1 de noviembre de 2022

ESTAS VOS.

El sol ilumina la vereda,
entre las hojas del árbol en flor
se escabulle entre ellas
y brinca a tu ventana un día más,
de lejos el sonido del tren
mueve lentamente los viejos
y gastados adoquines que
resistieron el asfalto.
Tu sonrisa palpita, tus ojos brillan
el cabello se distiende sobre tu rostro
y entre las sombras que dibuja
la ochava de la vieja esquina de buzón,
se dibuja tu nombre mientras
lo escribo en mi memoria
una y otra vez, paso a paso
buscando tu mano, imaginándote
sentada a mi lado, conversando 
el último párrafo de un libro,
que recién comencé a escribir,
mientras el aroma del café
inunda la casa y de fondo,
nos acompaña una instrumental melodía,
que entre corcheas y semifusas,
me inspiran como vos, a seguir
llenando reglones donde siempre
sin mencionarte, estas vos.

ANTES DE LA DESPEDIDA.

El sol se llevó la sonrisa en la tarde,
cobijando nubes blancas cuál copo 
de algodón envuelto en sonrisas
espontáneas tras nuestra conversación,
el horizonte se convirtió en la manta
qué abrigo la noche; el diálogo
fue el postre del día, entre palabras 
que fuimos pisando nerviosas
de alegrías, te robe las sonrisas
que guardo en letras desordenadas,
en la sinceridad que recorrió tu rostro
transparente, brotando como la aureola dulce
de tu personalidad, que descubrí
minuto a minuto entre poemas hilados,
intentando dibujarte entre mis brazos
como cada noche, después del último
suspiro de colores recordándote en sonrisas,
que llegan acortando la distancia
en sueños diarios.

COMPARTIENDO.

Trasnochar con el sol, 
en la última madrugada de octubre, 
fue como un paseo por un mundo desconocido. 
Tu rostro iluminado por la transparencia 
se convirtió en una luna que guiaba 
el camino a lugares inexplorados. 
Los colores de la vida cambiaron, 
y bajo su luz, todo se tiñó 
de un verde esmeralda único.
La sinceridad se transformó 
en una luna que comenzó a recorrer los rincones olvidados, y el tono de tu voz se adentró 
en las profundidades de mi ser. 
Allí, donde pensaba que la vida 
se vestía de colores convencionales, 
descubrí que los colores no eran más 
que la punta del iceberg, 
difíciles de encontrar y apreciar en su totalidad.
Tu rostro, que ya sonreía, se iluminó aún más, 
tus palabras comenzaron a fluir como un río caudaloso. 
El espacio se expandió, y sin prejuicios ni miedos, 
nuestras manos se unieron sobre la mesa. 
A pesar de nuestras diferencias, 
supimos que la noche nos acompañaría. 
Después de un beso robado en silencio, 
comenzamos nuestro viaje por la vida sin apuros, 
conscientes de que, aunque el camino fuera largo, 
siempre nos encontraríamos al final, 
sonriendo y tranquilos. 
Nos dimos cuenta de que éramos
compañeros en cada momento, 
respetando la individualidad 
 compartiendo palabras y silencios 
que se convirtieron en la hermosa
música de nuestra vida juntos.





Entre Vos y Yo. +

El brillo de tus ojos, el color de tu cabello y la sensualidad que despliegas en cada palabra de enojo, solo está en vos, en las canas que e...