Friolenta gentil simpática,
ella es así, inigualable compañera
de travesías nocturnas, el Tigre
Quilmes y el camino al mar,
como una rosa recién cortada
después de un estudio realizado
para robarla, el tiempo transcurre
entre miles de palabras y a lo lejos
una luz encendida nos asegura
que la casa está en espera,
se acomoda entre mis brazos y vuela,
cuando despierte entre gorriones
paseará por el Abra vieja,
recordando su infancia
entre chocolates y peluches
esperando el alba en el muelle
con la vista cansada,
desnuda entre mis brazos.