LLEGUE CON DESPEDIDA.

Un segundo

después del mediodía

se hizo la noche, con ella

se escapó la ilusión de verla sonreír

mientras habla, en una sinfonía inconclusa

de bellas palabras mezcladas con 

risas nerviosamente interesantes.

Un instante después de las doce

se hizo la noche, como pasa siempre

cuando él No, por más que lo disfraces

con bonitas palabras siempre será negativo.

La última campanada dejó de vibrar,

el último tímido sonido pasó por la ventana,

tu rostro se esfumó en la oscuridad

y a lo lejos, su nombre diciendo el mío

me despierta una y otra vez, por las noches

donde su rostro se desdibuja en mi almohada

y la abrazo, intentado no olvidar

aquel momento, aquel lugar

y aquellas palabras, donde

personalmente nos encontramos

y nos despedimos en el mismo 

momento que nos conocimos personalmente

pero nunca intentaré olvidar

ni aquel momento, ni a ella.