NOTA *

Te cuento en cuatro corcheas
vos silbás en si bemol,
ella existe entre nosotros,
y es hoy mi mejor canción.
Musa de todos los tiempos
que en Buenos Aires busqué,
llego volando en gaviota
y en la acera se quedó.
Ella comprende la lucha,
el desvelo, el devenir,
sabe de dolor, de pena,
de alegría compartir.
Se embriagó de la tristeza
y como el fénix,
salió a pelear duro la vida.
Tal cual amaneció hoy,
ella, la musa
del aire de la calle y la canción,
hoy se posa en cada hoja,
buscando con la verdad,
ser la señora del tiempo
de la luna y el zaguán.
La mujer de mis poesías,
la prosa, el verso y la flor.
Es ella la única hermosa
que en mi vida se posó,
como bella mariposa
a la que le canto hoy.