Soy otoño en primavera,
ave perdida en el bosque,
poema inconcluso.
Un libro antiguo olvidado,
ser que deambula en la nostalgia,
barco a la deriva y,
aunque de nuevo yo naciera,
aunque de nuevo yo naciera,
de nada podría arrepentirme
pues andando días he llegado,
cansado de equipajes desordenados,
a encontrarte entre las letras enjauladas
de tus hojas caídas.
Estoy aquí en tu vida, compañera diaria
renaciendo de mi
eterna soledad
cansada, gastada
y de secretas lágrimas guardadas.