Te abracé,
intenté dormir y...
ya me ves,
ya me ves,
el sol ilumina mi teclado
y el desvelo te escribe
al compás de los pájaros
que detrás de mi ventana
cantan solo para ti,
mientras mis manos te relatan
un loco amanecer
único, y contigo en mis dedos
que te nombran
entre letras
sueltas,
desafiando al sol
con tu belleza.
Ya es noviembre,
se va el año,
y única, solo tú,
llegas.
Me encantó...
ResponderEliminarUn abrazo
Recién puedo responder, gracias por tus palabras, abrazo.
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