SOBREVIVIENDO. *

Mientras las lágrimas corren lentamente,
en medio de la noche, la oscuridad del cuarto
transforma el silencio, te acuestas mirando la pared,
y a centímetros esa respiración que un día
te tuvo abrazada hoy te molesta, te fastidia
y tratas de dormir sin moverte
debajo de una sabana fría, donde
ya no quedan ni recuerdos de aquellos tiempos,
las lagrimas corren y pasadas las horas él se levanta,
te haces la dormida pero lo escuchas,
al retirarse te acomodas plácidamente,
y secas las huellas del suspiro en libertad,
reconociendo que la vida es otra cosa y otra causa,
pero, al estirar el cuerpo antes de incorporarte,
piensas en ellos, el café comienza a filtrarse lentamente,
y en el sonido del día, surges una vez mas
como el ave fénix de la casa,
donde llega el sol y acurruca tu corazón,
a seguir cada mañana en la soledad de un hogar sin vida.