SEGUNDO B. *

Sobre tu pecho quede dormido
en la agitada noche de otoño,
la noche sobrevolaba la vieja avenida,
y el silencio hamacaba las últimas hojas
hacia las húmedas veredas, de un barrio
dormido al igual que yo, tu perfume
despertó mi instinto, tu caricias
mi cuerpo y el amanecer nos encontró
unidos en la suave cabalgata
a la espera del sol del desayuno,
tu cintura escapo entre mis manos
cuando la claridad comenzó
a penetrar lentamente en tu cuerpo,
y aquel día, vivimos sobre aquella
mullida cama del mono ambiente
momentos inolvidables que hoy,
recuerdo en antiguas metáforas
para no gritar tu nombre,antes
de dedicarte en letras el último
adiós, mujer de los mil doscientos
un días compartidos entre sales,flores
y dulces paseos inolvidables.