El viento se llevó la espuma
que baña tu cuerpo azul de mariposa,
y los niños dejaron solitariamente
los juegos, sobre el césped
el sol se escondió lentamente
y en besos me contaste la historia
inolvidable de tus días, entre susurros
y cientos de fantasías que revolotearon
sobre las mullidas hojas de un otoño
que al igual que vos, deja lentamente
caer sus hojas, como vos la ropa
para amarnos entre miles de palabras
susurrando la noche, entre caricias
en medio de una sociedad dolida
que intenta sobrevivir
como lo haremos juntos y comunicados
a través de los días, sabiéndonos
cómplices del tiempo en que vivimos
para salir adelante de la mano,
siempre ante la adversidad.