viernes, 25 de septiembre de 2015

*ESCALERA.

Llegará el día
en que quieras
sentirme respirar por las noches,
y, descalza, cruces sobre mí
apurando la llegada a la ducha,
desnudándote, sin pudor,
después de recogerte el cabello,
casi dormida.
Mientras por las rendijas
de la cortina de mimbre
sabremos del sol
o del día nublado.
Te esperaré
con el mate de cada mañana,
antes de partir.
Y mientras giras por la casa,
te daré el beso,
para que tengas un bonito día,
pasando la puerta
al pie de la antigua y gastada escalera,
hermosamente pintada,
que nos conducirá a diario
a nuestro compartido,
rincón de amor,
cerca de las estrellas
a orillas del sol.

*POR PLACER.

Suave deslizas tus manos
y en ellas,
el canto a la vida
florece en estímulos
del baile sobre la piel.
Sonríes en nudos que desatas,
en músculos que aflojas
y nervios que recorres corriendo,
para que desaparezcan.
Suave deslizas tu vida,
sobre los cuerpos que comienzan
a vivir después de ti,
la naturaleza de las horas
en pos de la estabilidad,
que solo brindas
con tus bellas manos
sin tiempo y sin prisa...
diariamente.

*NOSOTROS.







En la obsesión letal
de mojar tus labios
y beber tu veneno,
que quizás me mate,
seguiremos el bello camino elegido,
expresados en el diálogo
hasta la eternidad...
que quizás nos mate.






















*PASIÓN.

En la ligera tregua
de las suaves caricias,
entre palabras casi sin aliento,
nos encontramos
en la tenue oscuridad del cuarto,
en el desliz acompasado
de nuestros cuerpos sudados
de gritos silenciosos,
entre sábanas de diversos colores,
que arrugamos con la pasión
de fundirnos en cada encuentro,
debajo de jugosos líquidos
de pura pasión, de amor
en cada entrega.

*SIEMPRE PRESENTE.

Dejate acariciar, como aquella tarde
de ardiente verano, donde, por segundos,
perdiste el control.
Dejate besar, como lo intentaste,
a la luz del tenue sol,
en aquella ventana gris.
Deja correr la vida entre mis brazos
y no habrá distancia que nos separe.

jueves, 24 de septiembre de 2015

*ANTIGUA SOLEDAD

Descalza
dibujas en la arena,
la suave silueta
de tu fino andar,
mariposa lila de naranja.
Encanto, quizás ni las olas
te quieran tocar.
Eres primavera
llegando el invierno,
otoño en verano,
luz en la soledad,
jugosa azulada
en la madrugada
y amarilla tenue
sobre el bosque azul,
que vi volar alto
tu andar de sirena
sobre sábanas blancas
que jamás olvidaré,
desde aquella tarde
que rompiste el pacto
de guardar bajo llave,
por siempre,
tus frescas lágrimas
de antigua soledad.

*LENTAMENTE

Rompiendo las
barreras del tiempo,
las altas cumbres
de la sutil distancia,
perdiendo legalmente el juicio,
cruzando solo palabras,
para crear lazos
de puentes inamovibles,
logramos el equilibrio
de iluminadas miradas,
para encontrar, paso a paso,
lentamente... el amor.

*SIN FRONTERAS.

Donde se esconde el viento
y los sonidos cantan
la luz del amanecer,

la luna coquetea
escapando
del sol y tú . . .
brillas en el día,
detrás del inmenso corazón
que camina las calles,
envuelto en tu cuerpo
de sirena sin fronteras
por la paz en el mundo.

*LUZ DE DÍA.

Llueven estrellas,
los arco iris
del camino,
solo conducen al sur,
al valle donde las frutas
cantan el día,
entre peras y manzanas
corre tu alegría,
y en tus labios,
la mermelada
canta en la mañana
la luz del día.

domingo, 20 de septiembre de 2015

*ESPERÁNDOTE.

Los ángulos rectos
marcan la fría habitación,
tan fría como la soledad
de un domingo, a la tarde.
Ese momento en que, lentamente,
se retira el sol y silencian las mentes,
acusando vacíos de inmenso dolor.
El silencio se profundiza
cuando los teléfonos no suenan,
los correos se silencian
y se ahogan las horas.
Mientras, seguramente,
los parques se regocijan
del disfrute de chicos y grandes
de una tarde más.
Los domingos, en soledad,
duelen y arden,
y el letargo del lento segundero,
se hace
inalterablemente imperfecto...
esperándote.

*MIRÁNDONOS.

Vacié la mochila,
descargué recuerdos,
enterré temores
y rompí viejos tabúes.
Los abandoné
en el cesto de la esquina de la vida,
justo ahí, donde dobla el cordón
de las nostalgias.
Abrí viejos cajones
y volaron viejas ilusiones,
limpiando los días.
Cada amanecer cambió de color,
cada atardecer se pintó
de nuevas acuarelas y,
cada noche, dibujo la luna,
sobre el cielo nublado
antes de la lluvia.
El día que te encontré me miraste,
te miré... y nos miramos.

Entre Vos y Yo. +

El brillo de tus ojos, el color de tu cabello y la sensualidad que despliegas en cada palabra de enojo, solo está en vos, en las canas que e...