para dormir en descanso,
te acurrucaste a mi lado
y entre mis manostú cabellos se enredó
en las caricias de mis dedos
debajo del suave acolchado.
Tu respiración acariciaba mi pecho,
mis caricias acompañaban tu espalda,
y cuando amanecimos
vos estabas abrazada a tu almohada
a la distancia, yo seguía respirándote
y a lo lejos escuchaba tu voz en las caricias.







