crecen erguidos
a orillas del angosto delta,
las hortensias cantan colores
acompañando la musical mañana

Todo sucede, pasa
y se transforma,
menos tu belleza
y esa única
e inconfundible personalidad
que despliegan tus palabras
que, junto a tus ojos,
expresan lo antes buscado
con vano resultado
métrico y cóncavo,
lo cual vive solo en vos,
Mujer de los días eternos,
las horas sin descanso
y la luz,
en la soledad de los espacios,
que solo uso para respirar
cada vez que intento describirte...
y no puedo.