sábado, 5 de julio de 1986

SALIDA PARTICULAR.

Hay equipo dijo Marcelo y nos acercamos rápidamente a la mes, lisas canto Alberto y mientras elegíamos los tacos y la tiza comenzaba a ensuciar de celeste nuestros dedos, llego Adolfo con el pedido de cafés y whiskys la noche se presentaba divertida, salí vos me apuro Marcelo y rompí el hielo de mi primer tacazo solo embocando tres bolas perdiendo el turno y Alberto en pocos minutos anoto sin perder una bola su primer tanto para el equipo, mientras yo ya comenzaba rápidamente a ubicare las bolas dentro del triangulo para comenzar la segunda partida de la hora que teníamos de juego ya que últimamente por la demanda de gente no nos dejan jugar más de una hora ,luego debemos esperar turno nuevamente .
Volando pasaron los sesenta minutos, creo que toque el paño en 3 oportunidades a lo sumo, pero ya teníamos el tiempo sobre la mesa cuando la pareja siguiente nos hacia seña de la hora y así fue giramos para encontrar mesa desocupada y seguir conversando. pero ya era tarde ni una silla vacía quedaba en aquel boliche, decidimos partir sin rumbo fijo en un solo auto y terminamos como de costumbre en Aquelarre una vez mas.
Mesa desocupada no había, pero si la barra, que mejor lugar que la barra y ahí nos instalamos los altos butacones en circulo y el gran debate entre una medida y un café mas, las canastitas de papa fritas y maníes que iban y venían la noche se trasformo en una más ,hasta que gire después de unos cuantos minutos y en la mesa del rincón sobre la pared de ladrillos a la vista estaba ella con dos amigas mas, me miro la mire movió su mano izquierda saludándome y respondí el mismo.
Después de 8 años nos volvimos a encontrar en el mismo lugar que rompimos una linda relación de casi tres años pensé en décimas de segundo, Marcelo me hablaba y no contestaba según él,mi mente recordó una historia rápidamente vivida intensamente de la cual guardo gratos recuerdo ,Marcelo seguía hablando, me toco y reaccione ,te buscan me dijo, giré sobre mis pies y ella estaba a mi lado, ya saludándome con un fuerte abrazo y un hola muy agradable¡¡¡¡

martes, 23 de julio de 1985

ENCUENTRO . . .

Aquella tarde mi cuerpo respondía los signos vitales de un volcán en angustia explosiva, corría el año setenta y ocho, el mundial se acercaba y con él una mentira más para entretener al pueblo y una nueva discusión con familiares y amigos por oponerme al mismo.

Dejé  la mesa del almuerzo, y llegué después de caminar veintitrés cuadras, a la orilla del mar, respire profundamente, Mar del plata, ciudad feliz, inconscientes tomando sol y el país muere día tras día y ustedes ignoran la realidad bajo el sol.
Plena temporada, el sol penetra en la tierra tratando de descubrir el misterio del hombre.
Camine hasta la punta del espigón tratando de relajar mi bronca, mis pasos acompañaban la mirada al frente tratando de dejar el vació de un mundo de gente que solo disfrutaba del hermoso día que bañaban las aguas del mar, las playas en pleno enero  rebalsan de alegria , pero no es mi casa y no comparto  esa situacion tan agradable que produce a veces tanta  ignorancia y ocultamiento de la realidad.

Metros antes de llegar al final de la mole de hormigón, el romper de las majestuosas olas creaban una llovizna refrescante que dibujaba de a ratos el arco iris y bañaba bruscamente el brazo que se internaba en el agua salada.

El asombro sacudió mi cuerpo, abrí y cerré los ojos ligeramente más de una vez pensé en un sueño, cerré los ojos respire profundamente camine dos o tres pasos hacia atrás , volví a abrirlos.

No ,no era un sueño, mi realidad era tangible, bella mujer, castaño cabello, ojos oscuros, silueta de ángel, por su rostro transitaba una lagrima azul que se distinguía en su cuerpo desnudo y mojado, me tendió la mano, suavemente, me tomo la mano, le grité
-quién sos…??

-Democracia, sigue tu lucha, me dijo y desapareció entre la suave llovizna, mire la ciudad de frente y comencé a correr sin descansar hasta llegar a mi cuarto y en mi interior estalló un grito que aún me suena cada día y por el cual luchó ante tanta injusticia.

Entre Vos y Yo. +

El brillo de tus ojos, el color de tu cabello y la sensualidad que despliegas en cada palabra de enojo, solo está en vos, en las canas que e...