en la tristeza de la noche,
las estrellas acompañan
lágrimas de soledad,
las nubes bailan

y a lo lejos, un fuelle
rezonga la desazón
de malentendido.
Un violín llora
las penas arrinconadas,
y al dos por cuatro
lágrimas y alcohol
se pierden por la noche
donde las palabras
ya están de más
cuando la angustia,
cierra el pecho en emociones
encontradas, sin puntuación.