*SOLO VOS.

Cuando salga
la primer estrella,
envidiará tu risa
y esconderá su brillo,
pues solo tú
puedes iluminar
mi noche,
calmar mi sed
y despertar mis sueños.
Y entre locas palabras sueltas
conseguir que,
sin nombrarte,
te describa
entre locas vocales,
consonantes ocultas,
y te encuentre.

*ASÍ.

Así de simple
como el sol
de cada mañana
y así de compleja
como la tarde
de furiosa tormenta;
así de pura
como una hoja en blanco
y así de compleja
sentado frente a ella
sin saber qué escribir;
así de suave
entre besos y caricias;
así de fuerte
ante la adversidad,
así te conoci,
así  te quise,
así te quiero y te querré
simplemente y complejo.
Así, mujer.

*ME PERDÍ.

Me perdí
convencido de que ya
no podría encontrarte,
salí a charlar con la luna,
viajar con las estrellas
e hilar estrofas en el río.
pero encontré
los ojos que,
llenos de antiguas y nuevas tristezas,
hablaban de un mundo
que tiene los mismos colores
que entre prosas y rimas
fui soñando cada madrugada,
te miré, me miraste
te perdiste . . .
me perdí.

*PALABRAS MUDAS.

Saber de tus lágrimas
y sonrisas,
conocerte en gestos,
palabras y hasta en la suspicaz
ironía de tus entrelíneas,
es tan frágil como peligroso,
tu vuelo despierta el sol
y acuna la luna
sorteando estrellas a cada paso,
soñadora incansable,
gaviota ágil del atardecer
desde aqui, intento
en locas palabras
describirte cada noche,
para que me descubras
debajo de tu almohada
el día menos pensado
antes que la vida,
se nos vaya entre los dedos
sin disfrutar juntos
el amanecer multicolor
de las palabras mudas.

*CIEGO DE TI.

Bella en tu decir
palabras con sentido
frases con contenido
y lágrimas que, de emoción,
masticas pero las siento,
como siento la soledad
que rodea tu figura
que no conozco
ni imagino pero . . .
aún con los ojos vendados
sé de ti,
de tu incondicional presencia
y tu inmenso corazón,
mujer única
en el espacio más tierno
del día y la oscuridad más
luminosa de la noche,
sin verte ya sé
que sos vos y ciegas
te extraño, te admiro
y te sueño en poesías.

*COMENZAR OTRA VEZ.

La noche se esconde
tras los árboles camino al sur,
las últimas gotas repican
sobre el parabrisas, ante mi andar
y a lo lejos . . .
quedan murmullos escondidos
detrás de viejas y nuevas confesiones,
falsas promesas derribadas
y el tiempo que anula el ser.
Golpes insultos y maltrato
una y otra vez . . .
la mejilla, el brazo, un grito
y él...
Basta para mí,
la ruta me espera,
el camino también,
el destino no lo sé.
Comienzo a vivir.

*NO ESTÁS.

El sol se llevó
los paraguas del mediodía y,
tras el andén,
los charcos dibujan
el arco iris.
Tu nombre
se esconde entre mis letras
y el tren,
se lleva con ellas
las historias más lindas
al correr los días,
vías, trenes y arco iris.
Vos y los recuerdos
yo y la memoria
que traiciona
los sentimientos en lágrimas.
El barrio comienza
a ocultarse cuando sale la luna
y las estrellas brindan
una y otra vez
tu figura inmaculada
en el cielo multicolor,
todo pasa y nada queda
cuando vos . . .
no estás.

*NOCHE DE DOMINGO.

Azul crespúsculo
debajo del ecuador,
donde brilla inmaculada
tu silueta en si bemol,
entre corcheas sostenidas
y semifusas disonantes,
tu cuerpo estalla entre mis brazos
en cada encuentro escondido,
donde solo nosotros . . .
en medio de la pasión
y la soledad,
bailamos la esperanza
de encontrarnos en otra vida
por lo cual,
entre el fuego y el vino
brindamos cada noche de domingo
para no separarnos nunca más.

*TARDE.--

Truenos de la tarde
agua refrescando el día,
tu piel transpira el aliento
del amor solitario y,
entre locas estrofas,
te nombro
a orillas del río
que, seco de amor,
busca tu nombre
en la oscuras nubes
que bañan tu cuerpo,
en la soledad del día.

*ADIÓS COBARDE.

Aroma de tierra mojada
en tus pestañas color gris,
ojos celestes cual terciopelo

en la noche fugaz de abril,
tu cuerpo se desvanece ante mis brazos
entre caricias suaves
y  el sonido de la lluvia
solfea sobre el viejo techo
de azulado zinc,
bella, sirena del sueño
de la fábula inconclusa
y la mentira piadosa,
agitada descansas ahora,
mientras pasa la noche,
y el último cigarrillo se consume
mientras me retiro
observándote a tientas
en medio de la azul oscuridad
del adiós que no supe darte.

*VEN

En la tarde del sol,
donde el amanecer
dejó huellas en tu cintura,
vuelves a mis brazos
agotada del frío,
bañada en lágrimas
y cansada del desamor
que buscas equivocadamente
por calles oscuras sin salida.
Ven, acurrúcate a mi lado,
siempre habrá lugar;
seré el sol de tus mañanas
la estrella perdida en la noche
y el abrazo que hoy
busca tu cuerpo desolado,
pero jamás los "sí"
de tus caprichos,
ni los besos de tu soledad,
simplemente
el hombre que te acompañará
sin faltarte el respeto
como lo has hecho tú,
y lo han hecho contigo
antes de conocernos.