*VEN

En la tarde del sol,
donde el amanecer
dejó huellas en tu cintura,
vuelves a mis brazos
agotada del frío,
bañada en lágrimas
y cansada del desamor
que buscas equivocadamente
por calles oscuras sin salida.
Ven, acurrúcate a mi lado,
siempre habrá lugar;
seré el sol de tus mañanas
la estrella perdida en la noche
y el abrazo que hoy
busca tu cuerpo desolado,
pero jamás los "sí"
de tus caprichos,
ni los besos de tu soledad,
simplemente
el hombre que te acompañará
sin faltarte el respeto
como lo has hecho tú,
y lo han hecho contigo
antes de conocernos.