caricias de viento,
rostro inmóvil,

de tu bella desnudez,
entre solitarias metáforas
recuerdas acostada
el brillo del amanecer,
y entre el sudor
y tus vueltas,
aparezco en tu pensamiento,
mientras tus lágrimas me buscan
y yo . . .
no sé cómo buscarte
en medio de la inmensa soledad
que te rodea de angustia,
sollozo e incertidumbre,
confusion solitaria.