sueltas la voz,
escondes el almay gritas el silencio
de la soledad encubierta
tras la fresca sonrisa
de tus bellos labios rojos
que, un día,
volveré a besar
en la soledad de la noche,
entre tango y tango.
se enciende la noche,
que estancado allí
corriendo las horas,
acariciando el alma,
tristezas y proyectos; te conté mis largas
y, entre finas caricias,
y los sonidos bailan,
mientras los brazosEl brillo de tus ojos, el color de tu cabello y la sensualidad que despliegas en cada palabra de enojo, solo está en vos, en las canas que e...