dando vuelta el ispa e intentando pensar,
entre los virtuales cafés de la mesa,
entre charla y charla de viejos recuerdos

de pensar en serio un lugar justo,
sin doble discurso y sana amistad,
donde el amor se cumpla, sin versos ni sanatas;
la confianza, el orden y la solidaridad de viejos amigos
que aunque pase el tiempo, con solo palabras,
bien se han de llevar, recordando andanzas.
La sopeti, Europa, una vieja y loca poesía más,
que dando vueltas por la mesa, al finalizar la noche,
desde el viejo teclado en el éter quedará.