*ACUNANDO LA NOCHE.

El sol nos mintió en la tarde
y la luna se escondió,
detrás de espesas nubes
cuando el azul del cielo
quebró en llantos cristalizados
y, entre mis brazos,
vos quebraste la historia azulada
comenzando ahí el amor.
Nuestras manos se enlazaron
confundiendo con los labios,
la noche giró en do mayor
y, entre estrofas y corcheas,
nació la mejor canción,
que entre los dos acunamos
en la noche del amor.

*EMOCIONES COMPARTIDAS.

Detrás de los vientos
escapas en la noche estrellada,
buscando en la soledad la estrella
donde escondes el secreto,
y entre lágrimas recuerdas
el adiós de la partida.
Tu vista parpadea,
se pierde en la noche
y, entre viejos reclamos,
buscas sin salida
motivo y despedida,
las nubes te miman
la luna te acaricia
y, a distancia,
abrazo la soledad en letras,
solo para vos
en el mundo de las emociones
compartidas a distancia.

*ENTRE EL SMOG

Y el viento
se llevó las letras,
el otoño las poesías
y el tiempo
los lindos momentos compartidos,
entre aquellos cafés sin endulzar
y nuestras historias sin final,
a lo largo de la hermosa novela
donde todavía espero
que llegue el día donde
encuentres aquí . . .
escribir el final de la historia
que un día el viento se llevó
y aún buscas en las calles vacías,
donde solo el smog te acompaña
sin abrazos ni despedidas.

*VOZ DEL SILENCIO.

Cuando llueve la tarde detrás de los veleros
hamacándose al compás del río
escucho, a lo lejos, la suave melodía de tu voz
llegar como susurro de noche estrellada,
musicalmente para acompañarme
en el sueño poético de recordarte en el silencio,
una y otra vez, en cada poesía diaria,
y en cada frase que, sin nombrarte,
te encuentra en el dulce secreto
que aún, nos une a distancia.

*ALLÁ.

Allá . . .
donde cuidas puntillosamente
los horarios de atención,
y combinas las charlas
ocupando cordialmente
los años con tu inteligencia,
pasas los fines de semana.
Mientras descansas
de la rutina que mañana
comienza como cada lunes,
mientras aquí . . . desnudo
en el silencio del barrio
trascurre el domingo
en la soledad
de pensarte cada minuto
y recordar los gratos momentos
compartidos a distancia,
en la comunión diaria
de confesiones,
que solo quedó en nosotros
y en aquellas lágrimas
que se secaron con el tiempo...
y aún te extrañan.

*VERANO COMPARTIDO.

El sol acarameló la tarde
en tu rostro de perfume,
el viento acarició tu cuerpo
y, entre mis brazos,
la noche llegó sin prisa
por aquel ventanal
de grandes vidrios repartidos,
la luna se hizo presente
y entre reflejos
blancos y negros
nos fusionamos
hasta el amanecer,
como aquella primera vez
adolescentes,
nos conocimos
entre los médanos de enero
tras el atardecer
del primer verano compartido.

*OJOS.

Escondedores, verdes, cariñosos, azules

sugestivos, castaños,intrigantes, negros

bellos, acaramelados,dulces como el tiempo

azabaches, amorosos, tuyos, tramposos . . .
y bellos,como solo vos, mujer del tiempo,

tienes... ojos de la vida.

*CAMINO A . . .

Como jazmines que pierden
el blanco inmaculado en días
y comienzan a deshojarse
sutilmente sobre el mantel,
así quedó mi corazón
después de tu partida,
el pedal tocó fondo
y sin aviso;
el barranco se llevó el auto
y nuestros cuerpos a la deriva,
hoy te recuerdo
en el silencio de las montañas
y busco tu alma en cada piedra
que dejó detrás de mis pasos,
pues te fuiste sin despedida
y solo la luna sabe de vos,
pues tu cuerpo partió
con las estrellas
la noche de nubes que,
volando, nos dijimos adiós.

*NUNCA OLVIDARÉ.

Extraño tu  suave perfume,
tu sabor y el color
de las mañanas de dulce café,
antes de salir a la calle.
Extraño tus silencios
tus consejos
y hasta tu mala cara
cuando algo no te gustaba,
o tu hermosa sonrisa
al despertar descansada
después de cada abrazo,
de cada encuentro
o desencuentro.
Día tras día te extraño,
pero te seguiré buscando,
pues existes, te conozco
y te encontraré,
mujer de las mil noches,
el día y aquel amanecer
que nunca olvidaré.

*COMÚN ERROR.

Entre tinieblas
dibujo tu rostro
en la suave oscuridad
del cuarto,
donde entre abrazos
y dulces caricias
nos amamos,
mintiéndonos mutuamente
al calor de nuestro cuerpo
que solo buscaba
la desmedida ambición
de satisfacerse
en la soledad y  . . .
simplemente confundió
el camino en un juego,
del que quedamos atrapados,
sin quererlo,
y el paso del tiempo,
nos dolió en la despedida.

*SIN NOMBRE SE FUE.

Sombras del sol
sobre la luz de la cama,
noche que se hizo mañana
entre malbec, hielo y canciones
susurrando la semana
y tu cuerpo
deslizándose de mis brazos,
caricia de mis manos
y nuestros labios.
Aquel restó
de la vela sobre el rincón,
el pañuelo azul y tu nombre,
que olvidé de preguntar,
antes de tu retirada.