*SUEÑO, ENTRE BESOS Y SONRISAS

Nubes del amanecer
acarician tu cuerpo
desnudo entre mis brazos,
mientras el ritmo
de la respiración baila
el descanso de tus pechos
sobre el mío.
La mañana comienza,
los latidos se aceleran
al despertar el día
y tú escapas de mi alcoba,
como el sueño más bonito
entre las palomas y gorriones
de jardín de la memoria,
mientras, entre besos
y sonrisas
al despertar te despido
una y otra vez
sin conocer tu nombre.

*OTOÑO LENTO.

Lentamente,
las calles se fueron cubriendo,
cambió el aroma,
se acortó la tarde,
y en cada temprana caída de sol
te estoy recordando,
tras la ventana
de este solitario,
frío y desnudo recinto
vacío de emociones
a tu espera,
donde cada libro,
y cada vinilo
esperan tu regreso,
una tarde cualquiera,
a la hora del mate
que siempre dijimos compartir
y nunca lo logramos.

*MUSICALMENTE FUGAZ.

Escapa de tu cuerpo
la dulce serenata,
el sonido del mar,
viento de lluvia
sonrisas, alegrías
y dulces lágrimas
de inmenso corazón,
pues eres fantasía
de viejas melodías,
boleros y teclados
que nunca olvidarán,
tus pasos por las noches
de sábanas arrugadas,
después de mil caricias
entre poesías de amor,
mujer del rock inconcluso
fugaste en madrugada,
para convertirte en tango
desnuda entre mis brazos
un día como hoy.

*ENTRE PÉTALOS DE LUNA.

Atrapado en tu piel
la noche fugó
entre pétalos de luna,
estrellas fugaces entonaron,
entre las espesas nubes,
el último tango,
y en el adiós canyengue
de fuelles aterciopelados,
tus labios entonaron silenciosamente
la partida de azules lágrimas,
en medio del baile
de corcheas sostenidas,
esperando el alba.
Tu cuerpo desnudo
se entregó a la vida.

*SOBRE MANTELES.

Los suburbios lloran fuelles
de tristes noches,
la niebla escurre nostalgias
en viejas ochavas
en busca de amor.
Tu nombre desdibuja la luna
perdiéndose en las sombras
y en el viejo bodegón,
una y otra vez,
mis letras te nombran
escritas en manteles de papel,
esperando el amanecer
del insomnio
en postergado encuentro,
mientras el último tango
gira en el rincón,
al compás del ritmo
de la oscuridad
que llega lentamente
con la tenue y fugaz luz
que, encendida,
se pierde en la calle,
buscándote sin brújula
pero con corazón,
en la noche porteña
que se despide,
una vez más,
sobre el empedrado.

*SOLO.

Solo,
perdido en las calles
de este loco Buenos Aires,
te busco en las esquinas
de calles sin retorno,
pues existes
en algún rincón porteño,
escondida entre fuelles
y corcheas,
esperando el tango del reencuentro.
Solo,
caminando la noche,
sabiendo quién eres,
te busco
pues existes,
estuviste entre mis brazos
y en el descuido
de un loco torbellino
te dejé ir tontamente,
y hoy no te encuentro,
o no sé cómo buscarte,
pero, te extraño
día tras día.

*YO, HOY.

La noche esconde
la magia de las cosas bellas,
los ojos azabaches de una mujer,
el desvelo de un cuento
que no encuentra el final,
dos copas sobre la mesa
y la alegría de la llegada
de un nuevo integrante
a la gran familia.
La noche esconde
y el día disfruta.
Yo transito el hilo delgado,
casi transparente,
de las emociones
que solo puedo expresar
escribiendo, encerrado . . .
entre la alegría de encontrarnos
presentes a distancia
y disfrutar las sonrisas
o las lágrimas . . .
siempre juntos.

*MAÑANA DE OTOÑO.

Detrás de los sublimes
párpados cerrados
escondes sueños maravillosos,
mientras viajas durmiendo
la fantasía de cada minuto;
la vida sigue
y tú acompañas el ritmo
con el fantástico andar,
de ser única
entre las calles de mis noches,
en este loco Buenos Aires
donde las ochavas
esperan sin prisa,
nuestro próximo encuentro
una loca mañana de otoño,
entre hojas y veredas en blanco
para escribir . . .
la mejor historia al dos por cuatro.

*SÓLO COMO YO.

A lo lejos
diviso tu ojos implacables,
tu mirada sonriente,
casi cómplice,
y ese andar solitario,
sensual y esquivo,
de tu hermoso cuerpo
caminando hacia mí,
y en la sombras
que recoge tu silueta
en la vereda,
la voz tierna se hace tango
paso tras paso,
antes del abrazo inicial
al comienzo de tu partida,
donde las lágrimas
solo se ven
detrás de la sonrisa,
de quién te conoce . . .
sólo como yo.

*SIN ESCRIBIRNOS.

Tiernas noches
de largo debate,
vos con la pluma filosa
de las palabras certeras
y los duros consejos,
yo... tratando de comprender
el vacío que llena
tu alegre soledad encubierta,
tras lentas palabras
y cómplices sonrisas
que juntos compartimos.
Vos... esquivando el hilo delgado
del eterno compromiso,
pero fiel a tus principios,
sin dejar grieta abierta
para el doble sentido,
ni la pícara oculta
y escondida intención.
Y pasó el tiempo,
ambos sabemos del otro
más de lo que suponemos
y, entre viejas, y nuevas estrofas,
nos comunicamos,
ya sin escribirnos.

*PÉTALOS AZULES.

Sabrán las nubes de ti,

pues en ellas guardo

el secreto de tu nombre,

y el viento,

secreto compinche,

lo lleva y lo trae,

de norte a sur,

de este a oeste
y no lo difunde,
pero llegará el día . . .

donde estalle mi corazón,

y el sol, la luna y las estrellas

le dirán al mundo

quién eres  . . .

y tu nombre
se escribirá en el cielo,

para que todos lo sepan, 

mujer de las mil horas
guardadas en el bolso de la vida,

entre rosas de pétalos azules

como la pureza de tu soledad.