*ARCO IRIS

Entre vientos de arco iris

por la tarde luminosa

de gaviotas errantes,

te encontré.

Con tu  hermoso decir,

tu suave expresar
y esos ojos pardos
difíciles de olvidar,
mujer de las noches largas 

de aquel verano

entre flores, río y olas.

Tu figura dibujo la calma,
alegro la tristeza,
despertando el día
y el susurro sutil de los colores,
penetrando las entrañas del puerto,

en la soledad
de los viejos recuerdos

ya olvidados.

*PODÉS.

Podés cruzar fronteras,.

enfrentar vientos, lluvias
y terribles tempestades.

Podés caminar horas,
días, meses y kilómetros.

Claro que podés,

por un amor

todo es posible;

intentalo, esperalo

abrazalo y cuidalo,

porque en algún lugar está,
y llegará.. .

*RELÁMPAGOS.

La ciudad de los truenos
y los relámpagos
surgió en medio
de la oscura noche;
la carretera se iluminó
y jugamos con sus dibujos,
al costado de la ruta.
Te abracé,
en horas partías;
en horas el sol,
después del chaparrón,
se llevó tu cuerpo,
pero dejó en mí
todo lo que jamás
podría haber escrito,
ni imaginado.
Ese día partió un cuerpo,
pero... dejó la enseñanza
y ... la esperanza
de que todo es posible.

*LLUVIA DE FUEGO.

Te busqué entre las nubes
de polvo abrasivo,
sucio, penetrante y explosivo,
pero el viento... te acarició
esquivando tu belleza
y volcando en mí,
un pequeño aroma
de temor nostálgico,
un rezo tanguero
de la tarde melancólica,
y en la claridad de la noche
supe de ti,
antes de la ebullición,
en el cruce perfecto
de las almas que sintonizan
la misma frecuencia nocturna.

*SIN REDONDEAR

Sueñan bailan, saltan, corren
melodías de re sostenido
en la noche porteña de otoño,
el viento se llevó
el perfume del verano,
la luz del día
se fue acortando,
y en la oscuridad porteña,
brilla aún tu figura tanguera,
al sol de la Boca brillando,
detrás de los recuerdos
festivos del tango que,
aún, no puedo terminar
de estrofar, pues inundaste
mi  alma, penetraste en mí
y mencionarte sería
insolentemente atrevido
ante tanta mujer
envuelta en estrofas
que jamás podré
terminar de redondear,
escribiendo o describiendo
tu inmensa belleza.

*FUISTE Y ERES

Fuiste la palabra indicada
en el momento oportuno;
el silencio de todas las palabras,
la noche de las sonrisas,
la mañana de la alegría
y el mejor regalo de vida.
Eres... la dulce compañía
de la tarde nubosa
en la noche tormentosa
y el cálido "hola"
de los momentos difíciles.
Nada más ni nada menos
que solo tú eres, lo que eres,
porque tienes
el sol en la sonrisa,
el relámpago en los ojos
y la suave llovizna de otoño
en la palabra que busco
en cada noche de primavera
y, solo en ti, se encuentra.

*ENCUENTRO INESPERADO . . .

Tu rostro,
en la incertidumbre
de la noche cerrada,
me guió al encuentro inesperado,
de contarte lo pasado.
Pero antes de buscarte,
llegaste, como suceden
las cosas inexplicables,
las conexiones estelares,
las madrugadas y los dolores
que marcan el alma.
De caricias,
en medio de la soledad,
en más de una noche.
Allí, entre el éter
y la profunda conexión
que nos une,
llegó la calma,
el sueño y la solución.

*PARA Y POR TI.

En el sutil encanto
de tus labios,
suena la suave melodía
de escuchar tu voz
cada mañana,
de zorzales, acacias
y dulce armonía
mujer de las noches,
compañera de las letras,
los surcos y caminos.
Aunque lejos
y siempre cerca estés de mi,
nunca podrás olvidar
mi profundo amor
para ti,
entre hojas, lápices
y borradores,
mis letras estallan,
surgen, brotan y se disparan,
solo. . . para y por ti.

*SIN DISTANCIA.

Entre mis brazos

cobijo a distancia

la luna que te ilumina,

y susurro a tu oído

lo que ya sabes

pues intuyes como yo que,
a pesar de la distancia solar,

estamos juntos

en las sonrisas,

y en las lágrimas
de la adversidad.

*OTOÑO

Penetran salvajes, austeros
ventosos, febriles,
los días en mi cuerpo
pensándolos en ti,
mujer de las noches
e inquietas madrugadas,
porteñas y austeras,
del tango de ayer.
Te cuento en mis versos,
pues en mi memoria
te llevo enclavada
cual prosa inconclusa
que intento escribir,
mujer de la noche,
única, sabrosa.
Los versos que surgen
solo para ti,
se esconden detrás
de un nombre secreto
que guardan los vientos
de un otoño más
en la melodía de cada caída
de hojas del árbol
que solo en silencio
sabe de ti . . .
por  mí.

*OJOS SIN OLVIDO

Ante mis pasos
desdibujo la sombra
cansado de andar,
buscando la huella
entre viejos caminos
y todos me llevan a ti,
al recuerdo imborrable
de las noches aquellas
donde las palabras
brotaban audaces,
entre confesiones,
recuerdos, sonrisas
y una que otra lágrima
que se nos perdió.
Atrás quedo todo,
se perdió el encanto
de descubrir lo imaginado,
de abrazar lo soñado
y re pensar lo vivido.
Atrás quedó el eco
de un fino silbido
dando vuelta calles
que recorreré,
sabiendo que existes
mujer increíble
pues tus ojos pardos
nunca olvidaré.