Tus ojos,
sonrisa de la tarde
soleada de invierno.
Tus labios,
jazmines de azúcar
blancos perfectos.
Tu boca,
miel de tostada crocante
en el desayuno.
Tus pechos,
rocío de sol
verano encantado.
Tus manos,
pluma perfecta
de la palabra justa.
de la palabra justa.
Tu cabello,
catarata de imágenes
imposibles de contar.
Solo tú, mujer única,
en el desierto de las lenguas
en el desierto de las lenguas
de los idiomas conocidos
y en los colores primarios.
Única mujer, sin igual,
Única mujer, sin igual,
bella, transparente, perfecta...
solitaria.
¡Precioso homenaje a la mujer!, si va dirigido a alguna en especial, puede considerarse afortunada de inspirar tan bello poema.
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias Julia,si,es solo para ella,la única,un abrazo ¡¡
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